ANÁLISIS Y OPINIÓN
La CGT frente a Kicillof: un diálogo que genera más incógnitas que respuestas
La central obrera busca un lugar central en el armado electoral del nuevo frente peronista, pero la falta de respuestas concretas y la ausencia de sectores industriales revelan un quiebre en las estrategias de articulación con otros sectores de la alianza.
En un encuentro celebrado en la sede de la gobernación bonaerense en La Plata, los cosecretarios generales de la CGT, Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Arguello, junto al adjunto Andrés Rodríguez, Hugo Moyano, Armando Cavalieri, Carlos Pérez y Horacio Arreceygor, se reunieron con el gobernador Axel Kicillof para discutir la participación de la central obrera en el recién conformado frente electoral Fuerza Patria. Acompañaron al mandatario su jefa de asesores, Cristina Álvarez Rodríguez, y el ministro de Trabajo provincial, Walter Correa.
El objetivo de la reunión fue claro: la CGT busca dejar de ser un mero espectador en los armados electorales y participar de manera “amplia y activa” en la conformación de las listas de candidatos del nuevo espacio político, integrado por sectores cercanos a Cristina y Máximo Kirchner, el Frente Renovador de Sergio Massa y otras fuerzas peronistas satélite. Sin embargo, según trascendió, Kicillof se limitó a escuchar los planteos de los gremialistas sin ofrecer respuestas concretas, en un contexto donde el frente electoral aún está en proceso de consolidación.
La reunión dejó varios interrogantes abiertos. Uno de los más llamativos es la ausencia de sectores industriales en la mesa, especialmente considerando que son de los más afectados por las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La exclusión de estos gremios, que representan a trabajadores de sectores clave como el automotriz y el metalúrgico, revela un quiebre en las estrategias de articulación entre la mesa chica de la CGT, que respaldó con firmeza a Kicillof en el pasado, y otros sectores de la alianza, particularmente aquellos más cercanos a Máximo Kirchner, con quienes los gremios industriales mantienen mayor afinidad.
En este sentido, los gremios industriales podrían optar por un camino propio a través de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA), liderada por Ricardo Pignanelli de SMATA y Abel Furlán de la UOM. Este sector, que busca fortalecer su influencia en soledad, también tiene la mira puesta en la renovación de autoridades de la CGT, lo que podría reconfigurar el mapa de poder dentro de la central obrera.
Otro punto en debate es si el gobernador tiene la capacidad política para responder a las demandas de una CGT que, en su momento, se jugó con todo por su gestión. Los sindicatos buscan asegurarse espacios concretos en las listas de Fuerza Patria, pero la falta de definiciones en la reunión dejó incertidumbre sobre si el frente electoral garantizará un lugar relevante para el sector sindical. Además, la foto del encuentro, marcada por una notable distancia física entre los participantes, sorprendió por su tono institucional y la falta del típico “calor peronista” que caracteriza este tipo de reuniones.
La reunión en La Plata evidencia el delicado equilibrio que Kicillof debe mantener entre las expectativas de los gremios y las negociaciones internas del peronismo, mientras Fuerza Patria comienza a tomar forma como una alternativa electoral. Pero hay un dato que podría haber desvanecido el interés del mandatario en el encuentro: el actual triunvirato dejará de existir en los próximos meses. Para qué negociar en términos electorales con una conducción en salida. Por ahora, el rol de la CGT en este nuevo armado sigue siendo una incógnita.