La Confederación General del Trabajo (CGT) arremetió contra la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y alertó sobre una inminente «crisis alimentaria» en el país.
En un duro comunicado “Chicos: ¿ustedes tienen hambre?”, la central sindical cruzó al gobierno de Javier Milei y subrayó que «frente a la condición urgente del hambre no puede haber otra prioridad que una respuesta activa y una actitud de compasión elemental».
“Con esta frase arrogante, insensible y discriminatoria, la titular del Ministerio de Capital Humano, Sandra Pettovello, exhibió la actitud política del gobierno nacional ante los reclamos que organizaciones sociales, nucleadas en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), realizan tras el recorte de ayuda estatal en alimentos para los comedores comunitarios y las ollas populares”, señaló la CGT.
Y agregó: “El último eslabón de la dignidad humana se agota cuando no se puede cumplir la más básica necesidad que es la de alimentarse. Frente a la condición urgente del hambre no puede haber otra prioridad que una respuesta activa y una actitud de compasión elemental, anterior a cualquier posicionamiento ideológico”.
En ese sentido, la CGT advirtió que “es precisamente éso lo que hoy sí resulta realmente ´urgente y necesario´” y se refirió a la «fila del hambre» para exigir alimentos al Gobierno que «muestra el rostro más cruel de los desafíos como dirigentes y también como habitantes naturales de una nación».
“´Un plato de comida no se le niega a nadie´ es una vieja frase que representa nuestra más saludable tradición argentina. La Conferencia Episcopal Argentina va más allá y expresa que ´el pedido del pan de cada día es un clamor de justicia´”, manifestó la central obrera, en alusión a las recientes expresiones de la cúpula eclesiástica local.
A falta de pocos días para cumplirse el segundo mes de gestión de Milei al frente de la Casa Rosada, la CGT se quejó de que “las distintas variables económicas de estos últimos días muestran datos alarmantes que se expresan sobre todo en el descontrolado aumento de los alimentos, los medicamentos y los servicios en general, componiendo un panorama inusitadamente crítico de cara a los meses venideros”.
“El riesgo de una crisis alimentaria con imprevisibles consecuencias está a la vuelta de la esquina. Si lo que va a regir es la ´ley de la selva´, lo que sobrevendrá es un horizonte de mayor decadencia y desintegración”, planteó.
Y concluyó: “Es preciso prestar debida atención a estas alarmas y prevalecer en el esfuerzo para curar, cuidar y compartir con los más débiles o desprotegidos, que es lo que nos constituye como comunidad. Por eso es que advertimos: no es con la soberbia de cerrar las puertas a quienes reclaman, ni con la indiferencia de hacer oídos sordos a los que necesitan, como podremos encaminarnos en un marco de cordura y diálogo hacia las soluciones”.