La reunión de mesa chica del martes y que ventiló Mundo Gremial tenía dos cuestiones importantes a tratar y una más en la que solo se pensaba repasar algunos puntos para ultimar detalles.
Separemos: en el primer rubro estaba el tema de debatir acciones a seguir con miras al flagelo de la inflación ya que como dijo un sindicalista entrevistado ese día por este medio «no nos podemos hacer los distraídos»; en tanto, el segundo ítem era explorar de qué forma conseguir más fondos para las obras sociales. En ambos puntos de conflicto confluyen Martín Guzmán y Alberto Fernández, el tándem que vienen espalda con espalda bancando los embates del kirchnersimo. Y que son quienes tienen la lapicera.
En segundo plano estaba el afinar cuestiones para recibir este viernes al Presidente en el salón Felipe Vallese. Todo mutó, de acuerdo a lo que explican desde la CGT, porque «Presidencia envió las invitaciones a los propios miembros del Consejo Directivo cuando eso lo teníamos que haber hecho nosotros; lo que fue una desprolijidad». Más allá del protocolo también existían cuestiones vinculadas a qué figuras representativas del peronismo se iban a acercar hasta la calle Azopardo ante tanta dispersión en el Frente de Todos.
Ese ruido generó una grieta en el cónclave que se desarrollaba en UPCN: algunos se inclinaron por tirar todo por la borda y otros por ver la manera de tejer puentes. «Negarse a hacer el acto en el medio de la tempestad era generar un tsunami», describió un sindicalista el maremoto informativo que se generó.
El martes terminó todo en incertidumbre y fue así que desde Presidencia ficharon al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para encauzar la revuelta: ¿su interlocutor sindical? Gerardo Martínez. Finalmente todo se resolvió el miércoles en una nueva reunión de mesa más chica que lo habitual en la que se saldó el ida y vuelta que tanto malestar había generado. Con todo, el Presidente estará esta tarde en la CGT; en definitiva, la iniciativa para conmemorar un nuevo aniversario de la muerte de Juan Perón fue de él.
A propósito y para que no quede en el tintero: ¿qué pasó con los dos temas importantes? En los próximos días se convocará a una reunión de Consejo Directivo donde una de las consignas a tratar será la de realizar una movilización a alguna cámara empresaria formadora de precios. Se buscará consenso para mostrar el mayor despliegue posible. ¿Hacia dónde poner el GPS de la marcha? Puede ser a la UIA como también a la COPAL, que es la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios que dirige Daniel Funes de Rioja.
Respecto a las obras sociales, lo de siempre: se buscarán que se liberen fondos.