Cuestionó firmemente que la reestatización de YPF sólo beneficiaría a las empresas privadas y cuestiono la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, en especial a las medidas para los trabajadores. “Ya han intentado por ejemplo, poner un tope a la discusión paritaria. Si van a poner un tope en los aumentos salariales se tienen que dar por decreto. Se vislumbra que alguna medida flexibilizadora van a intentar llevar adelante. Tenemos que tener la suficiente fortaleza para evitarla”.
Era una charla para universitarios en el corazón político de la UNCuyo, estuvieron presentes estudiantes, juventud sindical, en donde Hugo Moyano volvió a mostrar la distancia que mantiene con el Gobierno nacional al señalar que el modelo kirchnerista tiene varias deudas pendientes con los trabajadores.
Moyano llegó al aula magna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales como parte de su agenda en Mendoza. La circunstancia: una charla abierta para universitarios. Moyano recorrió la facultad -donde las clases todavía no comienzan- junto con la decana, Graciela Cousinet, flanqueado por Rodolfo Calcagni -titular de la CGT mendocina- y Ariel Pringles, subsecretario de Trabajo de la provincia y gremialista de judiciales vinculado a Julio Piumato.
A su lado, también se sentó Facundo, su hijo, que es diputado nacional y también dirigente gremial. “FALTAN MUCHAS COSAS POR RESOLVER” “Tengo la virtud de la coherencia. La CGT no se aleja ni se acerca al Gobierno. Es el gobierno el que lo hace con sus políticas”, definió el líder gremial, en relación a la tensión que existe con el Gobierno nacional.
En este marco de una disputa verbal, el gremialista dejó entrever los matices de esta disputa: recordó que el Ejecutivo está reteniendo los fondos para las obras sociales -la gran caja gremial- y que no sabe por qué no ocurre el traspaso de los mismos. “No se si el modelo kirchnerista está agotado. Faltan muchas cosas por resolver”, sostuvo y aseguró que, pese a que durante varios años Argentina tuvo índices económicos favorables de crecimiento, el Gobierno nacional no realizó las inversiones necesarias en puntos clave, como el tema viviendas, la precarización laboral que se da, según el dirigente camionero, en el mismísimo Ministerio de Trabajo de la Nación.
En virtud de estas contradicciones, y en un amplio abanico de preguntas y respuestas que iban desde temas sindicales hasta Malvinas, el titular de la CGT también sostuvo que la posibilidad de reestatizar YPF beneficie finalmente a las empresas beneficiadas como Repsol. “Si en los 90, el negocio era privatizarlas, hoy el negocio puede ser ese. Tal vez les convenga a las privatizadas porque se han acabado las reservas”, explicó.
En este enfrentamiento, Moyano ha accedido a transgredir los códigos básicos del kirchnerismo: en la semana, estuvo en el programa de Nelson Castro, en el canal de noticias TN. Por ello, no evitó referirse a las críticas que desde el kirchnerismo ortodoxo se le ha hecho de pasarse al “bando enemigo”. “Es absurdo que me digan que me pasé al bando de Clarín. En algún momento van a decir que soy menemista”, respondió.
Sin embargo, tanto él como Facundo Moyano, suscribieron a la tésis de que la figura del principal dirigente del gremialismo argentino “está demonizada” en los medios de comunicación y que la investigación realizada por el juez Norberto Oyarbide sobre las cuentas en Suiza que serían de Moyano, están enmarcadas en esta “demonización”. “Desde algunos sectores del Gobierno tratan de detener el avance de los trabajadores”, sintetizó el diputado nacional e hijo del líder de la central obrera, sin tapujoa.
Las críticas de los Moyano pegaron ahí, en el riñon del Gobierno: lo social. Adelantaron que las mismas medidas de ajuste que están aplicándose en los países de Europa en crisis ya están empezándose a ver más allá de los pedidos de empresarios: con la restricción a las importaciones de determinados productos, que afectarían a los trabajadores.