La suspesión del acto tuvo que ver con una protesta que llevaron adelante bailarines y actores de La Vendimia debido a que no se les entregaron entradas para que sus familias puedan participar del espectáculo. Los mismos decidieron no salir a actuar en esta segunda noche, lo que generó un gran descontento por parte del público.
Ante esta situación, se generó incertidumbre entre el público, que tras esperar un largo rato recibió la noticia de la suspensión del show. Fue así que manifestaron su bronca tirando botellas, cajas de vino y demás objetos demostrando su descontento con la situación.
Alrededor de 20.000 personas fueron las que esperaban por la repetición del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Como consecuencia de la protesta que llevaron adelante los artistas, el Gobierno ya expresó que realizarán demandas contra 700 bailarines y actores que deberían haber actuado esa noche. Las demandas tienen que ver con no concretar el Convenio firmado y por daños y perjuicios.
Esta decisión fue comunicada en una Conferencia de prensa por el subsecretario legal y técnico, Fernando Simón, el ministro de Gobierno, Mario Adaro y el secretario de Turismo, Luis Bohm. Quiénes además se mostraron enojados y avergonzados por los hechos ocurridos.
Expresaron en la conferencia que «A partir de la actitud inconsulta e irracional de un grupo que terminó masificando a los artistas y ante la falta de garantía para realizar la segunda repetición, decidimos suspenderla y cumplir con los espectáculos y recitales programados».
En relación a la situación del gremio y de los trabajadores dijeron que «Los daños morales son invaluables, pero, por el incumplimiento de los artistas con su trabajo, quedó suspendido el contrato. Además, por realizar una huelga sin aviso, se está estudiando la quita de la personería jurídica del gremio y la inhabilitación como proveedores del Estado».
