El Ministerio de la Producción ha sido el mayor problema en la gestión de María Eugenia Vidal. Primero asumió el radical Jorge Elustondo quien no resistió mucho en su cargo y a los pocos meses lo tuvo que dejar. Entonces le tocó probar suerte en el asiento al peronista Joaquín De La Torre, quien también duró unos meses ya que rápidamente a los fines de tejer alianzas con el peronismo fue mudado al Ministerio de Gobierno.
Luego sucedieron más de seis meses sin ministros, hasta que finalmente arribó el actual ministro Javier Tizado. Esta vez, ni radical ni peronista, un hombre proveniente del mundo privado que supo acomodar la Secretaria de Comercio de la Nación y se confió en que era el indicado para acomodar el ministerio.
Tizado avanzó en las áreas referidas a industria y pymes, y específicamente en la esfera portuaria, se encargó de armar un equipo con el objetivo de cumplir con las metas impuestas por la gobernadora: puertos competitivos, tolerancia cero a la corrupción, consorciar los puertos de Dock Sud y de San Nicolás, a los fines de alcanzar la totalidad de puertos como consorcios de gestión aspirando a una administración ágil, competitiva, transparente y de mayor productividad para impulsar el comercio internacional a través de la Provincia.
En ese marco, Esteban Pinto asumió como Director Portuario, mientras Alejandro Semmartin fue designado como Delegado de Dock Sud e Ignacio Mateucci en San Nicolás. Todos se declaraban parte del Equipo de Tizado y Enrique Cánepa (Jefe de Gabinete del Ministerio) y encararon la lucha contra el narcotráfico, cerramientos de los puertos, avance contra la corrupción, eliminación de los ñoquis, y tolerancia cero a la corrupción.
Pero cuando parecía que todo finalmente auguraba una política portuaria con rumbo definido, María Eugenía Vidal decidió acomodar a un viejo compañero de la facultad como el nuevo Subsecretario de Industria, Minería y Puertos. Se trató de Rodrigo Silvosa, un funcionario que había pasado por la gestión de la Ciudad de Buenos Aires con varias causas penales abiertas, con experiencia en el Ministerio de Infraestructura y que pretendió quedarse con la cartera pero Roberto Gigante le ganó la pelea y lo expulsó.
Así arribó con el Plan de quedarse con el Ministerio de la Producción y se desató una guerra entre los funcionarios del área. Rodrigo Silvosa recorre todos los puertos diciendo que lo “banca” Gonzalo Mortola, el interventor de AGP.
Lo primero que hizo Silvosa fue ningunear a Pinto diciendo que venía a hacer todo lo contrario a él: no a los consorcios, que no iba a generar consorcios para perder el manejo de las cajas del puerto más importante de la provincia, Dock Sud. Luego ninguneó a todos los presidentes de consorcios armando reuniones con empresarios de los puertos sin presencia de las autoridades. Lo propio hizo con EXOLGAN: se reunió y, entre gallos y medianoche, le prometió acelerar proyectos relacionados a los intereses de esta terminal.
Pero a los pocos días de asumir, se armó la guerra de sindicatos. Por un lado APDFA (Asociación del Personal Jerárquico de Ferrocarriles y Puertos Argentinos) entidad con personería gremial que es quien detenta junto a la Unión Ferroviaria la defensa de los Convenios Colectivos de los trabajadores de la administración Portuaria en todo el país que venía apoyando la gestión de Tizado y la realización de los consorcios.
Por otro lado, SUTAP (Sindicato Único de Trabajadores de la Administración Portuaria), gremio con simple inscripción que se sumó a apoyar a Silvosa para luchar contra el equipo de Tizado.
En ese marco, conforme publicara el medio Realpolitik, el SUTAP realizó la toma del edificio público de la Subsecretaria de Puertos y generó que Esteban Pinto formalizará su renuncia. Posteriormente, el lunes 7 de mayo, el SUTAP realizó toma de oficinas del puerto de Dock Sud, y realizaron amenazas a los trabajadores del puerto.
Según denunciaron desde APDFA, el SUTAP resulta ser un gremio con simple inscripción con aproximadamente 90 afiliados en todo el país, relacionado a Fernando Esteche y al grupo quebracho que desde el 2007 se dedican a realizar aprietes y vivir a costas de sueldos gerenciales, prebendas de funcionarios y el descuento ilegal por planilla de los haberes de los afiliados, y con vínculos con barras bravas de Dock Sud.
Ayer, trabajadores de Puerto Dock Sud radicaron denuncias penales contra miembros del SUTAP por amenazas y coacción por ante la comisaría Tercera de Dock Sud.
Ya hace algunos meses la APDFA había radicado una denuncia penal ante la Fiscalía 2 de Avellaneda por incitación a la violencia contra Adolfo Barja (Secretario General del Sutap), que según la denuncia radicada el mismo incitó a sus afiliados a “cagar a trompadas a todos los que sean afiliados de APDFA sean hombres o mujeres, si hace falta los agarran entre varios y los cagan a trompadas”.
Dock Sud no sólo es el Puerto más importante de la Provincia, sino que es también el de mayor conflictividad. Ambos gremios son conducidos por dirigentes provenientes de ese puerto. Por eso, encomendaron a Semmartin hacerse cargo del mismo, siendo especialista en tema seguridad.
Este funcionario que venía de estar cargo de la Dirección de Seguridad de Puertos de la Provincia, avanzó rápidamente en cerramiento perimetral de muelles, combate al narcotráfico, controles estrictos sobre el personal de la Delegación Dock Sud, impulso del Consorcio de Gestión, todo esto lo transformó rápidamente en el enemigo del SUTAP quienes se avocaron a luchar contra su gestión.
Conforme contaron empleados de la Delegación, Semmartin y Silvosa casi terminan a las trompadas, cuando este último fue al puerto a defender al SUTAP.
La batalla campal entre funcionarios continúa, y va escalando a niveles policiales con un final que puede terminar en una muerte en los puertos provinciales explotándole a la Gobernadora un conflicto que cuando parecía encontrar solución volvió a resurgir con la llegada de Silvosa.
Por una lado, Tizado y APDFA; y por otro, Silvosa y el SUTAP. Una guerra con final abierto…
