El presidente Alberto Fernández participó esta mañana, de forma virtual desde la Residencia de Olivos, de la sesión de apertura del Foro Mundial para una Recuperación Centrada en las Personas, organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el que insistió en la necesidad de establecer medidas que impulsen el desarrollo de la denominada “economía verde” y posibiliten el paso a la formalidad laboral de millones de trabajadores que carecen de todo tipo de derechos.
El jefe de estado participó del evento que se desarrolla entre hoy y el jueves y congrega a jefes de estado y de Gobierno, directores de organismos y bancos multilaterales, representantes de empleadores y de trabajadores con el fin de reforzar, mediante la cooperación multilateral y tripartita, la respuesta de la comunidad a la crisis del coronavirus en todo el mundo.
En un tramo de su exposición, que brindó acompañado por el ministro Claudio Moroni (Trabajo), sostuvo que “en la negociación con el FMI hemos preservado los derechos de los trabajadores y de los grupos más vulnerables, pero también al capital productivo, estableciendo las condiciones para una estabilidad financiera que propicie la tranquilidad de los negocios y las inversiones necesarias para crecer”.
Asimismo, advirtió que “hoy la arquitectura financiera internacional es la que marca los desequilibrios y no acompaña a la economía real y mucho menos a la justicia social” y en este sentido expuso que la Argentina “se encuentra en el proceso de negociación de su deuda externa y buscando los equilibrios redirigidos hacia el espíritu de la nueva normalidad”. Así, volvió a plantear que “resulta imprescindible que los créditos internacionales no condicionen los procesos de desarrollo en crecimiento, equidad y justicia social”, pidió al tiempo que advirtió que “solo así podremos concretar políticas orientadas a realidades tangibles, lo que se ha denominado el ´acelerador de empleo´ que propicia el señor Secretario General”.
El encuentro contó con las intervenciones del director general de la OIT, Guy Ryder; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus; el secretario General de la ONU, António Guterres; y la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, entre otros líderes.
Al detallar una serie de medidas que “acompañen el ideario de un mundo más justo y equitativo”, Fernández requirió la inclusión de una “iniciativa de las Naciones Unidas que aborde la discusión de la deuda y el crecimiento económico con justicia social, y la arquitectura de los órganos financieros internacionales con participación de los actores del mundo del trabajo de la economía real”.
En otro tramo de su exposición, reafirmó la “necesidad de impulsar una iniciativa mundial que asegure, efectivamente, el acceso universal a las vacunas contra el COVID-19”, así como implementar “políticas activas de empleo que estén orientadas a mejorar la empleabilidad de los trabajadores” y “establecer una hoja de ruta para movilizar los fondos necesarios para el desarrollo y la producción en la transformación hacia la economía verde”.
También llamó a impulsar a nivel nacional un “diálogo social institucional para procesar las transiciones económicas, sociales, técnicas y ambientales”; e instó a “promover el tránsito de la informalidad a la formalidad laboral con derechos para todos los trabajadores”.
“En este complejo escenario de la pospandemia, el trabajo de calidad debe posicionarse en el centro de las políticas económicas, productivas, financieras y comerciales”, indicó el jefe de estado. En esa línea, subrayó la importancia de crear, a nivel mundial, “al menos 400 millones de nuevos puestos de trabajo, principalmente en las economías verdes y de los cuidados, de ampliar los pisos de protección social al 50% de las personas que carecen de ellos, y de extender la acción climática para el empleo a efectos de acelerar el progreso hacia una economía mundial neutra en carbono”.