¿Fin de ciclo para Raúl Martínez en Seguros?

Continúan las polémicas en el Sindicato del Seguro. Primero fue el Caso Martínez, y ahora, otro que vincula al dirigente Piccolella, quien al parecer llevó adelante una maniobra que podría ser considerada como tráfico de influencia en el directorio de la OSSEG.

Fuertes de la organización comentaron a Mundo Gremial que el mismo “no contempló la férrea oposición que llevaron adelante otros miembros del directorio, en especial la de un reconocido director gremial, que logró que la moción fuera retirada del orden del día”.

En ese marco, se aproxima el 29 de noviembre, la fecha designada para el Congreso del sindicato, en medio de todas las medidas de seguridad por el G20. Para esta oportunidad, la cita gremial cuenta con varias particularidades y condimentos que harán que sea un acto único e histórico en sus más de cien años de vida la institución.

Desde las causas penales que pesan sobre la figura de su secretario general por defraudación de bienes públicos -como ya es de público conocimiento y que este medio viene cubriendo- pasando por las represalias que han sufrido los dirigentes que han denunciado el hecho, hasta llegar a los embargos dictados por la justicia federal contra los implicados.

A pesar de todo esto, el escenario está planteado para que Raúl Martínez no logre evitar la derrota política que significaría la no aprobación de su gestión quedando a merced de los congresales que le solicitarían que dé un paso al costado, no pudiendo “retirarse por la puerta grande”, como ya le han aconsejado sus abogados, según a sido informado este medio.

La balanza se ha terminado de inclinar por las filtraciones en las declaraciones tanto de uno de los imputados, el abogado Carlos Miodownick Vera donde responsabiliza de todo a Martínez, justificando todo con la documentación de los contratos en su poder, como del representante de las cooperativas el Lic. Alfredo González Moledo, en el directorio de OSSEG, donde también le asesta toda responsabilidad al secretario general de lo acaecido, dejando en mejor posición a la defensa del presidente de la obra social Orlando Fariña, ya que era vox populi que cumplía las expresas órdenes que le impartía el líder del gremio como sucede en toda organización verticalista y piramidal.

Otro de los detonantes que ha definido la voluntad de los congresales es la publicación de la intención del secretario nacional protesorero y nuevo coordinador de la OSSEG, Alfredo Piccolella, mediante su delfín en el directorio de la obra social Verónica Zaragoza, de sugerir un nuevo estudio jurídico para la representación de la entidad ante el PAMI, por el recupero de cuotas correspondiente a los aportes de aquellas personas que se han jubilado haciendo la opción de la OSSEG que le costaría millones de pesos nuevamente a la obra social.

Por último, el dictamen de la comisión revisora de cuenta que en mayoría aconseja no aprobar el balance del presente ejercicio, por cuanto la conducción labró otro dictamen con los miembros suplentes de dicho órgano, en contraria posición cometiendo una violación flagrante del estatuto social del gremio. Acción que podría terminar en una acción judicial.

Todo parecería indicar una vez más que la realidad supera a la ficción, y un fin de ciclo en el sindicato del Seguro.