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Expectativa de portuarios tras cambio de mando en Producción
Los trabajadores se mostraron esperanzados con la llegada de De la Torre al ministerio bonaerense. Denuncian disparidad entre actores portuarios y reclaman una descentralización administrativa con una autoridad provincial fuerte.

La designación de Joaquín De la Torre al frente del ministerio de Producción bonaerense trajo buenos augurios en el ámbito sindical portuario. Tras seis meses de gestión de Jorge Elustondo, el arribo del intendente de San Miguel a la cartera provincial despertó “positivas expectativas” entre los sindicalistas que reclaman mayor participación en las decisiones gubernamentales.
Una batería de decretos del gobierno de María Eugenia Vidal terminó de desgastar la relación entre la gestión de Elustondo y los gremios del sector. Derogados tras el reclamo sindical, las resoluciones del Ejecutivo buscaban un cambio en la estructura de la Subsecretaría de Actividades Portuarias, situación que generó el rotundo rechazo de la dirigencia gremial, entre ellos de la conducción de la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles y Puertos Argentinos (APDFA), a través de su rama portuaria.
“El ministerio de Producción trató de reordenar la estructura portuaria a través de decretos. Pero gracias a nuestro reclamo algunas decisiones volvieron para atrás. Aguardamos que las nuevas autoridades también derogen el Decreto 636/16 que también afecta a la estructura de la Subsecretaría y absorbe para el Ministerio el uso del Fondo Provincial de Puertos, el cual es inalienable.”, señaló Miguel Cavalli, secretario general de la seccional Buenos Aires Puertos de la APDFA.
Frente a los desencuentros del primer semestre, Cavalli aguarda expectante el inicio del mandato de De la Torre. “Genera cierta esperanza el cambio de gestión, siempre y cuando el nuevo ministro y el secretario que esté comprenda y pueda apoyarse en el personal de carrera, que son profesionales, especialistas y gente del puerto con más de 30 o 40 años de experiencia, que conocen de la actividad y pueden ser el apoyo técnico a lo político”, destacó.
Uno de los principales reclamos del sector nace de la “asimetría” entre los puertos bonaerenses debido a los diferentes modos de gestión existentes. Hoy la provincia de Buenos Aires cuenta con distintas figuras jurídicas portuarias: consorcios, delegaciones y puertos privados, y cada uno de ellos cuenta con diferentes estructuras y posibilidades de acción.
Para ejemplificar, es dable tomar los casos de las delegaciones portuarias como Dock Sud o San Nicolás que para su funcionamiento y gestión dependen de un fondo provincial que maneja exclusivamente la Subsecretaría. En cambio, los consorcios autogeneran sus fondos y son sus propias autoridades las que los manejan. Una realidad que genera una “disparidad” entre los actores portuarios.
“La Subsecretaría (de Actividades Portuarias) tiene que fortalecer su imagen de autoridad frente a todos los puertos. Hasta ahora los consorcios se han manejado o gestionado como compartimentos estancos sin que haya una política portuaria provincial que los integre. En la planificación de los puertos de la provincia de Buenos Aires tienen que estar dentro todos los actores: los consorcios, los puertos públicos dependientes de la subsecretaría y también los puertos de las cámaras privadas”, expresó Cavalli.
Según el dirigente de APDFA, de esta manera se generan “asimetrías” respecto a la “complementariedad y competitividad” entre los puertos. “Se parte de bases distintas. La dinámica y la elasticidad que tienen los consorcios para hacer gestión no es la misma a la de las delegaciones portuarias”, denunció.
En ese sentido, y con el fin de otorgar mayor autonomía a los puertos, el líder de APDFA Buenos Aires Puertos recordó un proyecto presentado por el gremio en el que se propone un esquema de gestión portuaria. “Lo que a nosotros nos interesa es que los puertos funcionen como “fábricas”, que tengan capacidad para solucionar sus problemas coyunturales, y también poder planificar a mediano y largo plazo”.
“Hay temas administrativos, de gastos, de gestión, que son diarios, y que con la dinámica que tienen las delegaciones portuarias en donde para gastar 3.000 pesos hay que recurrir a los organismos de la constitución, es imposible mitigar los problemas. Apuntamos a la descentralización administrativa con una autoridad portuaria provincial fuerte y rectora de las políticas, tomando a modo de ejemplo el modelo español”, concluyó.
