ANÁLISIS Y OPINIÓN
EXCLUSIVO | Gerardo Martínez: «La concertación de la producción y el trabajo es clave para el futuro de Argentina»
(Enviados especiales desde Ginebra) En una entrevista exclusiva con Mundo Gremial, el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT destacó la importancia de un diálogo tripartito como política de Estado, defendió el salario como motor del desarrollo productivo y subrayó el rol de la OIT en garantizar la libertad sindical y los derechos laborales.
En el marco de la 113° Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT y represente de los trabajadores argentinos ante el organismo, llamó a consolidar el diálogo social en Argentina, como llave del éxito.
En una reciente reunión con el director general de la entidad internacional, Gilbert Houngbo, planteó la necesidad de garantizar un diálogo tripartito sustentable que promueva el desarrollo, la producción y el trabajo en Argentina.
En un contexto de desafíos económicos, Martínez se manifestó por una concertación que priorice la competitividad, la reducción de la presión fiscal y la centralidad del trabajo como valor sustantivo.
En esta entrevista exclusiva con Mundo Gremial, Martínez detalló los objetivos de las gestiones ante la OIT y la visión de la central sindical para un futuro laboral más justo y sostenible.
Mundo Gremial (MG): Gerardo, recientemente tuvieron una reunión privada con miembros de la CGT y el director de la OIT. ¿Cuál fue la agenda tratada en ese encuentro?
Gerardo Martínez (GM): Como es habitual, la CGT se reúne anualmente con el director general de la OIT. En esta ocasión, con la participación de compañeros del Consejo Directivo de la CGT, promovimos una reunión ya acordada. El objetivo principal no fue solo exponer la situación de Argentina, sino plantear la necesidad de que la OIT brinde asistencia técnica para garantizar un diálogo tripartito, sustentable y como política de Estado, no discrecional. Contar con el apoyo de una figura relevante de la OIT sería un marco de garantía tanto para los empleadores como para nosotros.
La CGT busca apoyo técnico de la OIT para garantizar un diálogo social sustentable
MG: En ese diálogo tripartito, la representación del sector empleador ha tenido cambios recientes. En OIT habló Martín Rapallini (nuevo presidente de la UIA). ¿Cómo está evolucionando este camino de diálogo?
GM: Es una pregunta interesante. Hemos encontrado en Rapallini un representante auténticamente empresario, que conoce la realidad de pagar salarios y negociar convenios. Esto le da una perspectiva sustantiva sobre el rol de la industria, el desarrollo productivo y social. Su mensaje fue claro, destacando que el salario no es un costo, sino un factor clave dentro de los costos argentinos. Esto marca un punto de inflexión en el diálogo.
MG: Rapallini, en línea con tu discurso del viernes pasado, dijo que hay que mejorar los costos, pero el salario no es un costo. ¿Es este el punto de partida que proponés?
GM: Exactamente. El planteo que lleva adelante el sector empleador de Argentina y el sector sindical tiene que ver con una trilogía virtuosa: desarrollo, producción y trabajo. Nosotros entendemos y comprendemos que al gobierno, por ahora, le preocupa la plataforma donde están las cuestiones económicas, financieras, monetarias e inflacionarias, que consideramos importantes, atendiendo al nivel de inflación y al desbarajuste que veníamos rastreando en la Argentina. Creo que toda la sociedad argentina, mayoritariamente, quiere una perspectiva, una luz de esperanza. Y, por supuesto, la inflación es una espada de Damocles que perturba la posibilidad de un horizonte de previsibilidad para la sociedad. Nosotros decimos que más allá del esquema económico, monetario y financiero, está el otro esquema, la otra plataforma que tiene que ver con el pacto o la concertación de la producción y el trabajo.
Necesitamos que la Argentina tenga competitividad, que salga a ganar mercados, que el sector industrial y comercial argentino tenga la posibilidad de competir sin la presión fiscal que, hasta el momento, está teniendo. Y creo que la cultura del trabajo es la única forma de resolver este problema. No alcanza solamente con la cuestión inflacionaria si eso no está acompañado por un ejercicio de habilidad social y por una perspectiva donde el trabajo sea un valor sustantivo en el desarrollo de la política del gobierno.
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MG: Cambiando de tema, en el reciente Congreso de Autoridades de la CSA se incorporó una secretaría con un miembro de la CGT, y hay una comitiva que impulsa la renovación en niveles de juventud. ¿Cómo se está desarrollando este trabajo dentro de la CGT?
GM: La CGT tiene una representación mayoritaria, que tiene un papel central en la voz de la demanda. Por lo tanto, nosotros tenemos que entender y comprender qué pasa en nuestra sociedad asalariada. Y cuando decimos sociedad asalariada no hablamos solamente de los formales, sino también de los informales. Creo que hay que plantear una CGT con una cierta dinámica, con agilidad, con nuevas imágenes, con nuevos personajes que representen la historia de la CGT, que renueven la fortaleza que debe tener la CGT, y una secretaría que tenga capacidad de contar con los argumentos necesarios en el proceso de negociación del diálogo tripartito.
Porque si hay algo que resuelve los problemas es el diálogo institucionalizado. Después puede haber resistencia y lucha como acciones tácticas, pero que no sirven o no alcanzan si no tenemos un planteo donde desde el diálogo se resuelvan los problemas que plantea nuestra sociedad asalariada.
MG: Por último, hoy tres organizaciones —Foetra, el sector aeronáutico y AEFIP— presentaron una queja ante OIT. ¿Hubo acompañamiento de la° representación argentina?
GM: Por supuesto. Desde Argentina, no solo participamos como titulares en el Consejo de Administración de la OIT, sino que también formamos parte del Comité de Libertad Sindical desde hace años. Apoyamos desde Buenos Aires y aquí en Ginebra todos los reclamos y quejas de las organizaciones afectadas en materia de libertad sindical. Quiero aclarar que la libertad sindical no es solo una cuestión de sindicatos, no tiene ideología ni corte partidario. Garantiza la libertad de trabajadores, trabajadoras y organizaciones gremiales empresarias. La OIT ofrece un espacio tripartito para debatir estas quejas, analizar las respuestas de los gobiernos y empleadores, y verificar el cumplimiento de los convenios y derechos fundamentales del trabajo.