A menos de dos meses del fallecimiento del histórico Carlos Quintana, en la Seccional Buenos Aires de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) comienzan a registrarse los primeros grandes movimientos en la estructura dirigencial después días de fuerte tensión y ruido interno.
Hay dos nombres que finalmente serán los grandes empoderados de la contienda gremial: Fabiola Mosquera y Héctor Nieves, actual secretaria general en reemplazo de Quintana y el tesorero de la organización, respectivamente.
En ellos se concentraría el poder de la nueva gestión, ante la figura de un aplazado Diego Rétola -actual secretario gremial- que según confirmaron a Mundo Gremial será reubicado en la secretaría adjunta del sindicato bonaerense, el más populoso entre los estatales.
Lo que podría leerse como un ascenso de la gremial al sillón de adjunto, un escalón más arriba en el organigrama, configura una suerte de castigo a Rétola, con el otorgamiento de un puesto simbólico en la mayoría de los casos, sin juego propio en la vida sindical.
A pesar de ser conocidos ciertos desencuentros entre los principales actores de la conducción, el movimiento de Rétola generó sorpresa, ya que hasta ahora era pieza clave en la tríada de gestión junto a Mosquera y Nievas, tras la partida de Quintana.
Ese tridente, que Mundo Gremial destacó en notas previas, estaría desilachado y compactado entre la secretaria general y el tesorero, como supo ser en la época de Quintana. El poder concentrado entre la nueva titular y el siempre presente Nieves.
El reemplazo de Rétola sería una mujer dirigente (otro dato histórico para el gremio) del entorno cercano a Mosquera y el tesorero.
Fuentes consultas aseguran que la presencia de Rétola en la secretaría gremial, de fuerte impacto en las conversaciones con entidades y funcionarios del gobierno, «era insostenible» por actitudes que habrían molestado a miembros de comisión, empleados y autoridades del Ejecutivo en instancia de paritarias.
Los cambios a su vez se traducirían en una nueva impronta del gremio en un proceso paritario,hoy paralizado ante el cambio de ministro de Trabajo, que llevaría a un juego más fuerte de UPCN, a diferencia de lo que venía desarrollando Rétola y en virtud a la relación que ATE construyó con la gestión de Axel Kicillof.