CONFERENCIA DE LA OIT

Empresarios a Milei en la OIT: «Sin competitividad, no hay empleo sostenible en Argentina»

(Enviados especiales desde Ginebra) En su discurso ante la Conferencia Internacional del Trabajo, el presidente de la UIA y delegado de los empleadores argentinos ante la OIT, Martín Rappallini, alertó sobre el estancamiento del empleo formal y la pérdida de competitividad en Argentina, exigiendo al gobierno de Milei una agenda integral para modernizar la legislación laboral y reducir costos que impulsen la producción.

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En su debut como presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) ante la 113ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, Martín Rappallini expuso un diagnóstico crítico sobre la situación económica del país y delineó demandas concretas al gobierno de Javier Milei para reactivar el sector productivo.

Representando al sector empleador argentino, el sucesor de Daniel Funes de Rioja subrayó que «no hay creación de empleo sostenible sin competitividad», especialmente en los sectores transables que compiten en el mercado global.

Rappallini destacó que Argentina enfrenta un estancamiento del empleo formal desde hace más de una década, con una pérdida de más de 100.000 puestos de trabajo industriales desde su pico histórico. Atribuyó este retroceso a la falta de competitividad, afectada por «costos crecientes, regulaciones desactualizadas, presión impositiva y falta de infraestructura».

Además, señaló un desequilibrio alarmante: mientras el empleo público creció un 18% en los últimos diez años, más del 40% del empleo asalariado privado permanece en la informalidad, lo que refleja una economía que «penaliza al que produce».

El presidente de la UIA propuso una agenda integral de competitividad productiva, con medidas específicas para el gobierno de Milei. Entre ellas, pidió una legislación laboral moderna, adaptada a las demandas del siglo XXI, la reducción de la litigiosidad y la adecuación del sistema de riesgos del trabajo para evitar abusos.

También solicitó bajar los costos no salariales para facilitar la formalización, especialmente en las PyMEs, y mejorar el acceso al crédito productivo para inversión en formación técnica y tecnología. «Sin estas condiciones, no habrá empleo formal ni expansión del sector productivo», advirtió.

Rappallini también resaltó la importancia del diálogo social y el tripartismo como herramientas para construir consensos hacia un «nuevo contrato productivo» basado en el trabajo formal, la innovación y la equidad. Sin embargo, alertó que la transición digital y la sostenibilidad no deben generar nuevas desigualdades, reclamando apoyo internacional para que países como Argentina puedan financiar estas transformaciones, dado el limitado acceso al crédito y los mercados financieros poco desarrollados.

Con un mensaje optimista, el industrial afirmó que el sector tiene «vocación de liderazgo» para ser protagonista de una nueva etapa de desarrollo en América Latina. No obstante, insistió en la necesidad de reglas claras y competitividad para que la industria pueda generar empleo de calidad y convertirse en el motor del desarrollo sostenible. «Los industriales de Argentina siempre estaremos comprometidos con el trabajo digno, productivo y competitivo«, concluyó.

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