Si bien parten de sueldos básicos muy diferentes ambos gremios, anticiparon que el porcentaje que solicitarán será del 35%, lo cual ya despertó críticas desde el empresariado, tildándolas de irracionales e imposibles.
En el caso de empleados de comercio el sueldo de bolsillo oscila en unos $2700 y lo querrían llevar a unos $4000 es decir casi un 33% de incremento. Y según palabras de un dirigente cercano a Armando Cavallieri titular del gremio «Hoy la inflación golpea fuerte y esto obliga, no sólo a nosotros, sino a todos los gremios a pedir un aumento de entre 30 y 35%. De hecho, los ferroviarios ya está pidiendo el 40%».
Por el lado del sector bancario, la negociación no será más fácil ya que el sector viene de obtener el año anterior uno de los aumentos más bajos. Y en esta ocasión ya dejan entrever que no aceptaran una suba menor al 35%.
Lo cierto es que en un año electoral en el que no faltaran los reclamos salariales dos gremios importantes se apuntan a dar pelea y la solución no parece ser fácil.