ANÁLISIS Y OPINIÓN
El Papa del poliedro
Por Pablo Flores, secretario general de la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP)

En marzo de 2013, los cardenales eligieron a Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, como el primer Papa latinoamericano. Desde el fin del mundo, desde las periferias, la Iglesia encaró un proceso de transformación profundo, donde se pusieron sobre la mesa todos los conflictos mundiales, desde una perspectiva humanista.
Los migrantes, el cuidado del medio ambiente atendiendo la cuestión social, los descartados por “una economía que mata” y los más humildes fueron siempre su opción preferencial a la hora de ejercer su pontificado. En el mundo de la tercera guerra mundial en cuotas, Francisco no dejó nunca de elevar su voz por los temas sociales más acuciantes.
En la Argentina, muchas veces nos colgamos de su sotana para “tirar agua para nuestro molino”, como si Francisco perteneciera más a unos que a otros, olvidando que el Pastor es responsable de todo el rebaño.
Pocas veces reflexionamos sobre algunos de los principios que establece en la Exhortación Apostólica “La Alegría del Evangelio”, donde expresa claramente que: el todo es superior a las partes; la unidad es superior al conflicto; la realidad es más importante que la idea; y el tiempo es superior al espacio.
Distinto sería el presente de nuestro pueblo si la dirigencia tomara en cuenta estos principios a la hora de conducir los destinos de nuestra Patria.
Siempre con las palabras justas. Simpleza y profundidad para guiarnos en la construcción de una sociedad que nos envuelva y garantice la felicidad de nuestro pueblo.
Gracias querido @Pontifex_es por el mensaje!
El todo es superior a las partes. #AEFIP pic.twitter.com/2G4tIOhu9F
— Roberto Alvarez (@RoberAlvarezOk) May 19, 2023
San Agustín decía que “no hay contagio más intenso que el contagio del ejemplo”. El Papa nos deja su ejemplo de austeridad, sencillez, cercanía, de “jugársela por aquellos que más sufren”. A seguir el magisterio y el legado del Papa del “Poliedro”.
“El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro… confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad… recoge lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades.” (Papa Francisco, Evangelli Gaudium, 236.)
