ANÁLISIS Y OPINIÓN
El movimiento sindical y la crisis venezolana
Por que los movimientos sindicales hasta el momento no ingresan al conflicto venezolano.
A días de cumplirse un año del fallecimiento de Hugo Chavez Frias Venezuela atraviesa semanas muy convulsionadas. Entre guarimbas , represión, muertes, heridos , arrestos, denuncias de golpe de estado y tortura, el movimiento sindical venezolano parece no tener llamado a tener un rol claro en las calles.
Las protestas tienen su origen en la inseguridad y son muy cercanas en el tiempo a la victoria de Maduro en las elecciones municipales donde ganó el 75 % de los gobiernos locales.
Este crédito político dio inicio a un proceso de diálogo con la oposición que fue interrumpido por protestas estudiantiles por mayor seguridad por la violación de una joven. Estas protestas dieron como fruto 3 muertos y 8 agentes del Servicio de Inteligencia (SEBIN) detenidos.
En semanas plagadas de cruces y las acusaciones reciprocas de un golpe de estado con el auspicio de los EEUU y replicas sobre violaciones a los derechos humanos, cabe analizar el rol del movimiento sindical organizado.
Haciendo un poco de historia, el sindicalismo atravesó tres tendencias en su relación con el poder y el estado. En un primer momento fruto del acuerdo político denominado “Punto Fijo” la dirigencia sindical fue llamada a participar de la gestión pública sin ser parte del Estado por lo que podría denominar Sindicalismo Partidizado.
Con el avance del Consenso de Washington y la Globalización el sindicalismo ingresa a un modelo que se denomina Sindicalismo Neocorporativo, la estructura sindical se vincula fuertemente al Estado. A este modelo le toca atravesar la caída del modelo de acumulación, una fuerte baja del salario y una crisis política-financiera que dan como resultado un sindicalismo impotente frente condiciones de trabajo y el deterioro social que vivió el país.
Un último proceso tiene lugar con el ingreso de Chavez al poder y la reforma del marco normativo que impulso la revolución bolivariana. En este esquema se pretendió dotar de una mayor democracia sindical a las bases aunque ejerciendo desde el estado una tutela de los actos comiciales. Esto es tomado como una injerencia no permitida por el sindicalismo en la autonomía sindical y una intromisión inaceptable. Con el avance de las políticas de Chavez las que fueron tiñendo todas las organizaciones sociales al pulso de la Revolución bolivariana se ingresa al periodo denominado Sindicalismo Patriótico u Oficialista. Cabe recordar el paro petrolero del 2002/2003 calificado como un paro patronal, que dejo al 50 % de los trabajadores fuera de la empresa. En virtud de la fuerte vinculación que han tenido los sindicatos con el poder político es que no se pueda esperar un enfrentamiento claro de la dirigencia sindical con Nicolás Maduro.
Existe en toda Venezuela una coyuntura que delinea el debilitamiento de todas las organizaciones sociales en su autonomía, democracia y eficacia. Es entonces que las organizaciones sindicales se encuentran debilitadas. La histórica Confederación de Trabajadores Venezolanos (CVT) esta tildada de opositora y se han creado nuevos sindicatos reunidos en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), afines con el chavismo.
Venezuela posee tasas del 56 % de inflación y graves problemas de abastecimiento y hasta el momento solo los trabajadores de prensa se pronunciaron fuertemente en contra del gobierno por no garantizar su derecho a trabajar durante las protestas.
El 97% de las divisas que ingresan al país tienen su origen en la exportación de combustible y sostienen la actividad económica del país. Es quizás por la necesidad o la incertidumbre que los trabajadores venezolanos no ganan la calle por intermedio de los diferentes sindicatos.
No es menos cierto que este proceso político que inicio Chavez supo beneficiar y contener a un actor social que son los movimientos sociales que disputan representatividad con los viejos sindicatos. El Caracazo o el 2001 en Argentina desplazaron a los trabajadores organizados en las viejas estructuras sindicales de la calle. Hoy son múltiples los pronunciamientos de diferentes centrales sindicales de países vecinos que comparten con el Chavismo afinidad ideológica y una histórica vocación internacionalista.