ANÁLISIS Y OPINIÓN
El efecto mariposa
Qué puede pasar en CGT tras la confirmación de la condena a Cristina Kirchner. Por ahora, declaraciones medidas y acciones protocolares. Pero algunos buscan que el impacto y el movimiento en la política también llegue a Azopardo.
Hasta el fallo que confirmó la condena a Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema, las aguas sindicales venían calmas y los que querían hacer olas no tenían el envión necesario para generarlas. Gritaban tsunami y estaban en la laguna de Chascomús.
El tablero se movió por completo y no sólo tiene efectos en la política y en el peronismo, sino que en la CGT muchos van a intentar que también suceda.
No es casual la foto de Cristina con Pablo Moyano. Octavio Arguello es el triunviro por parte de Camioneros -por si no lo recuerdan-, y nadie lo invitó. La CGT tuvo declaraciones medidas y tendrá acciones protocolares. Pero no esperemos mucho más que eso.
Pero como está pasando en el plano pejotista, hay un impulso que, con el efecto mariposa, algunos empiezan a imaginar que puede llegar a las puertas de Azopardo. Nadie sabe los efectos reales. Pero hay una primera impresión de un proceso de unidad. Aunque no podemos negar que hay gestos y señales. Máximo Kirchner en el balcón, Sergio Massa en la mesa, Pablo en la foto.
Sobre esa lógica, la UOM y SMATA, con Abel Furlán y «Paco» Manrique, empezaron no solo a movilizar sino a pensar en relanzar un espacio que condicione a la conducción de la CGT. Hay una unidad aprovechada en la que se buscará un reposicionamiento en la discusión de autoridades que será en noviembre de este año. Algo que se venía diciendo pero que no calaba en otras organizaciones. ¿Podrá generar el efecto pensando? Veremos. Pero los movimientos tácticos que se vienen diciendo no son compartidos por todos hasta el momento. En el medio, mucho trasnochado.
En la intimidad también imaginan otra CGT, una más combativa, una más afín al kirchnerismo. La carrera es larga y de obstáculos (para todos) y esto recién arranca en una nueva etapa de la política argentina.
La incógnita de hoy es si a la conducción actual de CGT, este nuevo punto de partida lo puede llegar a obligar a repensar sus posiciones. Si la coyuntura le logrará correr el eje.