ANÁLISIS Y OPINIÓN

El dueño de La Salada

Por Nicolás Giménez

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Cuantos menos ruido parece que hay en el ambiente, más complicadas se ponen las cosas. En los últimos días hubo más movimientos de lo que se cree.

Sergio “El Furia” Romero de UDA entró en cólera porque no lo suben al avión que va a ver al sucesor de Pedro de Roma el próximo lunes. Le sacaron la silla y gritó. Grita y gritará, hasta que se de cuenta que en donde está no tiene título de propiedad. Héctor, El Gris (el blanco fue durante la gestión pasada) tuvo que hacer equilibrios con ocho lugares.

La temperatura subió los días pasados con la normalización de las 62 en La Matanza, y Karina, la Princesita, se mandó sola. Ella que no reparó en el Pariente, y normalizó una de las franquicias a su voluntad. La otra 62 está repartiendo números por todas las localidades. La que banca Bigote y su banda. Mucho Picky Blinders platense paseando por ahí. Nadie es profeta en su tierra. Menos ellos.

El caldo gordo que puede terminar haciéndole parte del sindicalismo al gobierno, inflado por los estrategas del Peluca, puede llevar a pequeñas divisiones en el arco opositor peronista y que la línea de flotación esté por debajo de los 30 puntos. Alcanza dicen. (Ampliaremos)

La Súper de Salud, la banda de Golden Coty & Company, está descontrolada. Mario Lugones está imparable. Desde Alem están anonadados. A su vez, están levantando un prode para adivinar qué aprueba desde Capital Humano. Leila y Petovello traban todo. Novedades próximamente en puerta de recambios.

Lugones quiere armar La Salada y la dulce, juntas. Pero no vamos a hablar de feriantes, papa caliente.

En el otro extremo del cuadrilátero empieza a tomar forma la unidad de las dos CTA, la combativa y la otra, y desde Provincia ya le marcaron la cancha. El cogobernador de Axel, Robi Baradel “la vio”. El futuro llegó hace rato. Se puede jubilar dos de un tiro, pero resisten, no quieren ser reprimidos por la Pato.

Mataderos pasó a ser las próximas elecciones en UPSRA, la franja de gaza del sindicalismo. Ya nadie entiende nada. García juega solo con dos cartas, el escritorio y la Justicia. Donde lo salva la banda de Parque Leloir. La mesa de los viernes. Pero ya es tan obseno y peligroso que el Gobierno teme lo peor. Van a nombrar dos figuras para ordenar la elección, hay que ver qué quieren ver.

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