Ecuador: Sindicatos enfrentan el plan de ajuste anunciado por el gobierno

El pasado martes 21 de agosto el presidente de Ecuador, Lenín Moreno anunció un paquete de medidas económicas destinadas a reducir el déficit fiscal ecuatoriano. Dentro de las medias anunciadas está previsto eliminar los subsidios a la gasolina super, suprimir primero 1.000 empleos públicos hasta llegar a los 1.500 y se prevé la fusión y eliminación de varios ministerios y dependencias estatales.

De esta forma de 27 ministerios se pasaría a 20 y el combustible pasaría de los 2,30 dolares el galón a 3 dolares. Estas son algunas de las medidas tendientes a reducir el déficit fiscal que rondaría 7% y espera que al finalizar el 2018 se ubique en el 5,7.

Estas medidas que se empezaron a implementar de inmediato dieron lugar a que el miércoles 22 de agosto se  movilizaran por el centro de Quito el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) la mayor central obrera de país. Los manifestantes lucieron mensajes alusivos a la eliminación de empleo publico, el aumento de los combustibles y el consecuente aumento de los precios en general.

Pese a no contar con la masividad que acostumbran tener estas marchas la misma fue tildada de preparatoria para la “gran movilización sindical” anunciada para el próximo 20 de septiembre.

El presidente del FUT, José Villavicencio, dijo a Efe que las protestas continuarán, aunque no descartó un proceso de diálogo con el Gobierno, si retrocede en políticas que favorecen a los grupos poderosos. “Estamos predispuestos al diálogo, siempre que haya la voluntad política del Gobierno de cobrar impuestos a los grandes grupos económicos, a los que ahora se les están condonando multas, intereses y recargos“, añadió el líder sindical.

Esta ultima referencia condonaciones de deudas es en alusión a un ley que fue aprobada recientemente por la que se perdonó deuda a algunos grupos empresarios en el país.

Por su parte Milton Vargas, vicepresidente de la Central de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut), expresó a Efe que los sindicatos no están dispuestos a tolerar estas medidas económicas que pasan las facturas a los trabajadores.