ANÁLISIS Y OPINIÓN

Dinero por paz sindical: el Gobierno gira fondos para las obras sociales

Son millones de pesos que se destinan para cubrir el faltante que genera la atención de monotributistas y otro tanto para actualizar los montos para los tratamientos de alta complejidad.

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¿Habrá un paro de la CGT de acá a octubre? Si fuera por el contexto económico, que nunca es alentador, la respuesta es obvia. Basta recordar que este miércoles pasado, después de 13 años, la desocupación volvió a los dos dígitos: 10,1%; lo que se traduce en casi 2 millones de personas sin trabajo. Pero también desde este sábado, con el cierre de listas con lo que implica la bandera de largada de campaña, la política empieza a colarse más fuerte en estos meses por venir y todo entra en terreno fangoso.

Atendiendo semejante olla a presión, el Gobierno decidió, como paliativo, inyectar plata a las obras sociales, reclamo sempiterno sindical. El 8 de abril Mauricio Macri había firmado un decreto en el que se comprometía a girar fondos a las prestadoras de salud; algo que esta vez sí se empezó a concretar ya que el firmado en 2017, para repartir 4,500 millones de pesos, nunca se concretó.

De fuentes de la Superintendencia de Servicios de Salud, “en el mes de mayo se distribuyeron entre las obras sociales sindicales 180 millones por marzo y otros 213 millones correspondientes al mes de abril. En tanto, en junio se pagarán 279 millones y se espera que esta semana que empieza se gire ese monto”, detallaron. Estos desembolsos son para cubrir el presupuesto para la atención de monotributistas. Para hacerlo, el Gobierno toma los intereses del Fondo de Emergencia y Asistencia (FEA) que son 11.200 millones de pesos que están en un plazo fijo.

Repaso: los monotributistas aportan al sistema de obras sociales 620 pesos mensuales lo que no alcanza para cubrir las prestaciones mínimas que se deben dar por el Programa Médico Obligatorio (PMO), que hoy ronda los $ 1.400 mensuales. Otro dato: según el último número conocido, en diciembre de 2018 eran 1.585.000 personas adheridas al régimen de monotributo.

En el caso de SUR, que es el programa para atender los casos de alta complejidad, se venía reintegrando un monto de 750 millones de pesos mensuales. “Desde abril se ascendió a 1.000 millones en mayo para pasar a 1.219 millones en junio. Este reintegro se hace en 2 o 3 pagos en el transcurso del mes”, explicaron desde la SSS.

Carlos Acuña, cosecretario de la conducción de la CGT, reconoció ante MG que “en efecto se están recibiendo algunas ampliaciones de fondos” pero planteó a modo de queja: «Son momentos en los que aflojan porque estamos en un proceso eleccionario». Agregó: «La Superintendencia reparte la plata que le giran desde el ministerio de Desarrollo y Salud (a cargo de Carolina Stanley) y prácticamente no recibe nada por lo que es una decisión, la de asfixiarnos, que viene bien de arriba».

En el siempre brumoso y discrecional manejo del dinero de las obras sociales, Mundo Gremial no pudo saber qué prestadoras habían sido beneficiadas en la repartida: no respondieron a las inquietudes ni sindicalistas que manejan las negociaciones en el complejo tema de la salud como así tampoco hizo eco el Gobierno.

Un director de una obra social de un gremio de servicios que prefirió el anonimato graficó: «El dinero que nos reparten es nuestro porque es el aporte de los trabajadores que luego el Gobierno redistribuye. Aclarado esto agrego: todos los meses nuestro sindicato le aporta a esta obra social 4,5 millones de pesos para cubrir solamente la atención de 4 afiliados que tienen problemas de salud y que deben ser tratados con tratamientos de alta complejidad».

– ¿Pero este déficit prestacional debe venir de varios años atrás?, preguntó MG
– No más de cinco años, pero lo que pasaba antes es que los medicamentos no costaban un fortuna y se podía costear sin perder el equilibrio; hoy todo los precios, de cualquier rubro y los medicamentos en particular, están exorbitantemente altos.

Y a propósito de discrecionalidad en el manejo del reparto otro presidente de una obra social de mediano porte confío a MG con sorna: “Se ve que no me tocó porque acá sigue todo igual”.

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