En el último mes del 2023, donde hubo devaluación y se registró una inflación de 25,5%, la caída de los salarios superó el 13%, según el índice Ripte que mide la variación de los ingresos “estables” de la economía. El porcentaje representa el retroceso más marcado desde que existe ese indicador, incluso contando la crisis de fines de 2001.
El índice Ripte de diciembre alcanzó un 8,3%, lo que dejó a la evolución nominal de una parte de la masa salarial de la economía muy por debajo del IPC. En consecuencia, la caída del poder de compra sería del 13,7%.
Inflación histórica: el INDEC informó que en diciembre fue del 25,5% y la anual es la más alta desde 1990
Según Luis Campos, director del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma «el índice Ripte es el primer indicador que se publica y que nos permite aproximarnos a la variación del salario en diciembre. SIPA es mejor, pero tarda bastante más en llegar», deslizó en declaraciones a Infobae.
Más allá de eso, se mostró convencido a la hora de reconocer que «la caída mensual en términos reales medida por el Ripte es la peor desde que se inició la serie a mediados de 1994».
Dicho esto explicó que «en diciembre el retroceso fue del 13,7% contra un 9,4% de abril de 2002. La situación no es peor porque, a diferencia de 2002, los niveles de ocupación son mucho más elevados que por entonces».
A su turno, Juan Manuel Telechea, el director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala dijo que el dato que se conoció fue «tremendo», al tiempo que señaló que «la caída en términos reales es la más grande de lo que tenemos registro, superior a abril de 2022».
Acto seguido, indicó: «Si mirás diciembre de 2022 y diciembre de 2023 la caída fue del 20% y se termina configurando el sexto año consecutivo de caída del poder de compra de los salarios según el índice Ripte» al tiempo que apuntó que «si se compara con diciembre de 2017 (el pico de la serie) la caída del poder de compra del salario es del 35%».
Los economistas entienden que, con la leve desaceleración de la inflación en diciembre y las negociaciones paritarias que ganaron terreno a comienzos de 2024, enero dejaría una nueva caída del poder de compra de las remuneraciones, aunque sería más chica que la que arrojó el último mes del 2023, advierten.