ANÁLISIS Y OPINIÓN

Dante Camaño: “Al kirchnerismo no lo voy a votar nunca”

El gastronómico apoya a Macri “como opción a los K”. Piensa, aunque “duela” que la única salida es dolarizar la economía. Considera que muchos gremios desaparecerán “por truchos” y solo quedarán los fuertes.

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Dante Camaño es uno de los pocos dirigentes sindicales que se ha expresado, desde que Mauricio Macri llegó al poder, en favor de que avance en otro periodo de gobierno, posición que sigue sosteniendo “como una opción a los K”. Tajante en sus declaraciones no teme que lo crucen desde otros sectores sindicales. Para el gastronómico actualmente “no” hay peronismo.

–¿Sigue siendo un sindicalista PRO?
–Primero aclaro que yo no soy parte de Cambiemos ni integro el PRO; simplemente digo que Macri es una opción ante los K. Tenemos un país pobre, sin peronismo. El aparato estatal es tan pesado que pagamos el doble de la carga tributaria que se paga en Chile por turismo y gastronomía. Así vamos a seguir cerrando negocios, empresas y emprendimientos lo que implica cada vez menos puestos de trabajo.

–Se lo planteo de otra manera: ¿sigue apoyando la reelección de Macri?
–Sí. Yo no me anotó al carro de ningún vencedor. No le debo nada a ningún Gobierno, quiero que hagan algo para el país. Al kirchnerismo no lo voy a votar nunca. Hay algo que se llama ética y honestidad, ya sea con uno mismo y con lo que propugna. No soy un resultadista: es de cobarde y haragán. A nuestro gremio ningún gobierno nos benefició; desde Menem para acá, todos los gobiernos que pasaron nos vienen debiendo plata de las obras sociales. Es más, ni cuando Graciela Camaño (su hermana) fue ministra de Trabajo recibimos un trato preferencial; todo lo que hicimos con el aporte de los afiliados.

–Mencionó que no hay más peronismo. ¿Alberto Fernández tampoco representa al peronismo?
–Para que quede claro: de ninguna manera voy a apoyar a la fórmula K. El verdadero peronismo es el pregona que lo que se produce es lo que consume: en este país son muchos los que consumen y mucho menos los que producen y es por eso que tenemos los problemas que tenemos. Estoy en contra de las políticas que llevaron adelante los Kirchner y a favor de la libertad de comercio y de un sistema económico equitativo. Estoy totalmente en contra que más del 50% del valor de los bienes sea carga tributaria.

–En lógica de grieta: ¿votará a Macri?
–Acá no se trata de un gobierno o de una persona. Lo que esperamos que hiciera el Gobierno no lo hizo: yo no vi los cambios que prometieron y seguimos siendo los mismos que trabajamos siempre. Sigue habiendo mayor cantidad de empleados públicos: el problema es profundísimo, con un montón de cuentapropismo. También te digo que el Gobierno no ha sabido explicar. No se puede tener una economía sin moneda; el argentino se desespera por el dólar; hasta el más pobre piensa en dólares par a comprar una casita.

–¿Habría que dolarizar nuestra economía?
–Duele mucho, pero no le veo otra salida: no hay forma de evitar eso. La gente especuló con las tasas para invertir en pesos y luego se la llevó afuera en dólares. En dólares estamos más caros nosotros que Estados Unidos, ellos tienen precios relativos normales. Te cuento, nosotros hicimos un relevamiento a ver a qué precio le habían bajado la docena de huevos, un insumo esencial en nuestro rubro, y vimos una dispersión de entre 35 y 90 pesos la docena según el proveedor. Esto es una locura.

–¿Cómo imagina un escenario con Cristina Kirchner nuevamente en el gobierno?
–¿De donde va a sacar la plata para repetir lo que hizo?: ya no tiene más la soja a 600 dólares, entre otras cuestiones. Lo que se viene es un despelote peor: acá hay que buscar soluciones de cuajo; pero son medidas impopulares. En estos momentos tenemos más jubilados que aportantes; porque los aportantes no son tal cantidad porque, por ejemplo, muchas empresas no pagan las cargas sociales. Es indignante que estemos así con tatnos recursos que sobran… es la administración de hace muchísimos años. ES maravillosa la capacidad de autodestrucción que tienen los argentinos.

–Le cambio el ángulo, ¿cómo ve el futuro CGT teniendo en cuenta el cambio de conducción el año próximo?
–El movimiento obrero argentino tiene 130 años y en ese periodo tuvimos siempre peleas intestinas y siempre sobrevivió porque el sindicalismo argentino no existe en otra parte del mundo. La propia existencia de las redes va a ser que se reorganice; a futuro algunos sindicatos se eliminarán porque son truchos y quedarán los más fuertes y organizados. Necesitamos optimizar los fondos de recaudación porque no alcanzan; hacer gremialismo para que cada vez más gente se sindicalice. Los afiliados de ahora piden cosas que no pedían hace 50 años.

–Justamente por eso de que ´el sindicalismo argentino no existe en otras partes del mundo´es por lo que según dice este Gobierno no llegan inversiones
–No es así. Los sindicalistas acá son prudentes y tenemos buena relación con la patronal, lo que no vienen son inversiones; estamos lejos del mundo pensando, por ejemplo, en turismo. Los sindicalistas no somos populares, fíjate que cuando vamos a elecciones en alguna boleta nadie nos vota.

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