El ex ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y fundador del Grupo Descartes, Oscar Cuartango, fue el orador principal en una charla debate realizada el jueves en el PJ La Plata titulada “Reforma laboral en la provincia de Buenos Aires” y de la cual también participaron el anfitrión Luis Lugones, el Diputado Provincial, Guillermo Escudero, el concejal de Unidad Ciudadana, Cristian Vander y el secretario general de la Bancaria de la Región Capital, Federico Bach, entre otros.
“La Plata es cuna de grandes dirigentes peronistas, algunos nacidos y otros por adopción, comenzando por Arturo Sampay –creador de la Constitución del 49 donde se institucionalizan los derechos del trabajador y se posibilita la creación de los Ministerios de Trabajo y de Salud-, de la compañera Cristina Fernández de Kirchner y hace poco me enteré que también Hugo Moyano había nacido en esta ciudad”, comenzó “Cacho” Cuartango su exposición.
“Se ha mandado un proyecto a la Legislatura provincial por iniciativa de la gobernadora María Eugenia Vidal para reformar el procedimiento laboral y judicial para que pase a ser escrito –algo que se ha dejado de hacer en todas partes del mundo- en reemplazo del que está vigente actualmente que es de instancia única, juicio oral y tribunales colegiados y que se remonta a la época del gobernador Domingo Mercante”, explicó Cuartango en relación al tema principal que convocaba a la jornada.
“El procedimiento oral es el que permite dinamizar la duración del juicio y además permite lograr una determinación real y efectiva de la verdad porque las declaraciones de los testigos no quedan sometidas a la interpretación de un empleado que las escribe”, amplió.
En relación a la degradación del Ministerio de Trabajo de la Nación a Secretaría, Cuartango sostuvo que “si bien Producción y Trabajo son dos caras de la misma manera, son distintas y deben ser manejadas desde distintos enfoques, porque tienen que ser complementarios y no subirdinarse el trabajo a la producción. De esta manera se le otorga al trabajo una visión economicista y poco humanista. Esto hace más daño al mundo del trabajo que todo los proyectos de flexibilización que andan dando vueltas por ahí”.
En cuanto al contexto económico y social del país, el abogado laboralista sostuvo que “además de la degradación del Ministerio de Trabajo y de los proyectos de Reforma Laboral, también se han impuestos de facto medidas como la enorme pérdida del poder adquisitivo del salario, la pérdida de los puestos de trabajo y la persecución que sufren los trabajadores cuando adhieren a algún movimiento de fuerza. Estas también son maneras de someter a la clase trabajadora a los arbitrios del poder”, concluyó.
