ANÁLISIS Y OPINIÓN
Coronavirus: Los 86 contagiados de las últimas horas aceleran los tiempos para habilitar el tren sanitario
Esta semana una comitiva del ministerio de Desarrollo Social junto a Sergio Sasia e integrantes de la empresa ferroviaria Decahf (Desarrollo del Capital Humano Ferroviario) visitarán los talleres de Remedios de Escalada donde se encuentra la formación.
La cuarentena decretada por el Gobierno nacional tejió un compromiso global que exhorta a la ciudadanía a quedarse en sus casas, pero que también resalta la responsabilidad de ciertos trabajadores que deben seguir cumpliendo con sus tareas por prestar un servicio esencial. Esos puentes de conectividad los encontramos en la salud, la alimentación, la energía y el transporte. El Gobierno encontró en algunos sindicatos una caja de resonancia a la hora de “ser responsables”: varios de ellos ofrecieron las camas de sus hoteles turísticos para dar contención a la población ante la pandemia de coronavirus.
En ese sentido, durante el fin de semana se escucharon las voces de Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Omar Maturano (La Fraternidad) pidiendo al ministerio de Transporte “la urgente puesta en funcionamiento de los trenes sanitarios que, con poca intervención, pueden dar prevención y atención, por ejemplo, en lugares inhóspitos del norte de nuestro país”, por ejemplo, en palabras de Sasia. “Tenemos coches dormitorio que cuentan con baños propios y se pueden aprovechar para tener más camas disponibles”, agregó el secretario general de La Fraternidad.
Por lo que reconstruyó Mundo Gremial de diversas fuentes, el tren sanitario está en condiciones de prestar servicio en el corto plazo. Es por eso que está apuntada para esta semana una recorrida de funcionarios de Desarrollo Social junto a Sergio Sasia e integrantes de la empresa ferroviaria Decahf (Desarrollo del Capital Humano Ferroviario) por los talleres de Remedios de Escalada que es donde está apostada esta formación ferroviaria.
También se baraja, en caso de ser necesario si avanza críticamente la expansión del virus, poner en valor coches plataformas ubicados en los talleres de Tafí Viejo (Tucumán). En este caso se montarían módulos tipo container sobre ellos y el tren los irá desenganchando según las necesidades de los intendentes o gobernadores. En este caso, una formación de carga puede transportar hasta 60 coches.
Finalmente, y al igual que hizo la AFA con su predio de Ezeiza y el municipio de Tigre, también se tiene bajo la manga adaptar los enormes galpones ferroviarios a tiendas de campaña sanitaria.
La última vez que corrió el tren sanitario (con tintes electorales) fue en julio de 2019: como parte del programa “El Tren en tu Barrio”, esta formación atendió a unas 7.000 personas en diferentes poblados de la provincia de Buenos Aires. En estos tiempos de pandemia, el programa se llamaría “La salud viaja en Tren”; y se podría optar por atender solamente pacientes infectados por coronavirus o evaluar sintomatología en las personas que representen “casos sospechosos”. O, aún más extensivo, que en el tren se atendieran todas las otras prestaciones de salud liberando los centros sanitarios. Durante la experiencia del año pasado, en una sola formación se montaron gabinetes de clínica médica, odontología, oftalmología, pediatría, salud mental y vacunatorio. También se hicieron mamografías y Papanicolau.
Es una cuenta pendiente añeja de nuestro país equiparar la desigualdad del sistema de salud: si comparamos un hospital público de la Ciudad de Buenos Aires con otros del interior es muy distinta la infraestructura hospitalaria. Decía Adolfo Rubinstein, en su época de ministro en el gobierno de Cambiemos: “El 100% de la población argentina, los ciudadanos, los residentes, incluso las personas en tránsito, tiene derecho a atenderse en cualquier establecimiento del sistema público del país. Pero esto no significa que no existan barreras geográficas o culturales que dificultan la atención oportuna. Tampoco garantiza la calidad. Existen diferencias muy importantes en los resultados entre las provincias más pobres y las más ricas”. Por eso, en este contexto, hablar de trenes es hablar de igualdad.
Pero también porque históricamente el ferrocarril en nuestro país es una herramienta de inclusión social; incluso en esta era de Big Data y grandes flujos de información digital. El tren reactiva economías locales o, por el contrario, las mata ante la desafectación de un ramal. Carlos Menem no lo entendió así y Mauricio Macri tampoco cuando desactivó la Línea Urquiza Cargas en su último tramo de Paso de los Libres a Posadas, entre otros ramales: en este caso hablamos de la vía férrea medular del Mercosur que corre en paralelo a la Hidrovía.