Tras la finalización de la conciliación obligatoria, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) retomó las medidas de fuerza en el establecimiento de Lácteos Vidal y calificaron de falsas las versiones publicadas sobre bloqueos en la planta de Carlos Casares.
«No podemos consentir tales mentiras, invitamos a todos los periodistas a concurrir y corroborar en el mismo lugar la forma pacífica y legítima en que ejercemos los constitucionales derechos de huelga y de manifestar por nuestros reclamos”, informaron desde ATILRA, e insistieron que protestan “sin bloquear propiedades ni rutas y sin ocultar siquiera nuestros propios rostros”.
Además, remarcaron que la decisión de la compañía es negarse al diálogo y que ya advirtieron que no se sentarán a negociar. Con esta postura patronal, se tuvo que recurrir a la intermediación del Ministerio de Trabajo pero sin llegar a obtener ninguna propuesta para recategorizar a 14 trabajadores.
Por otra parte, ATILRA insistió con los “violentos antecedentes” que presentan por parte de la empresa, donde hubo “uso y exhibición de armas de fuego para amedrentar compañeros por parte de uno de los dueños”, como así también, “la embestida con un camión de reparto conducido por otra de las dueñas, dañó el portón de entrada y provocó la caída violenta de compañeros presentes”.
También se suma a estos episodios, “el despido de un delegado”, reinstalado por decisión de la Justicia. En conjunto con otras “arbitrariedades a que nos somete la patronal”, los representantes gremiales se encargaron de legitimar las medidas e instar a una pronta solución.