Finalmente el gobierno envió al Congreso la ley de “Promoción de Inversiones en la Industria Automotriz y Autopartista y su cadena de valor” que trabajó con gremios y empresas luego del acuerdo suscripto a comienzos del año para dar impulso a la actividad: plantea otorgar incentivos fiscales para las firmas y para que se facilite la radicación de inversiones internacionales en el país.
El proyecto ingresó hace unos 10 días a Diputados luego que el ministerio de Desarrollo Productivo le diera las últimas correcciones. Esta semana, en ocasión de la celebración del primer Congreso para la Producción y el Trabajo, el ministro Matías Kulfas y el sindicalista Ricardo Pignanelli (Smata), valoraron el envío de la iniciativa que surgió mediante el intercambio de un ámbito de discusión tripartito.
Entre los considerandos del proyecto, se destaca que la cadena de valor automotriz es central para la estructura y la dinámica productiva del país. “Es una actividad con gran peso relativo en la producción -10 % del PBI industrial-, en las exportaciones -primer exportador de manufacturas de origen industrial- y en el empleo del país -6% del empleo industrial registrado-. Favorece encadenamientos productivos con alto potencial para generar valor agregado, con la capacidad de promover la transferencia de conocimientos, las capacidades tecnológicas y el desarrollo de capital humano”, señala.
Es por eso que concluye que uno de los objetivos del Ejecutivo es potenciar el crecimiento de dicha cadena de valor de manera sustentable, incentivando las inversiones en plataformas de producción exclusivas a nivel regional y con escala internacional, que permita tener una alta inserción exportadora y altos niveles de integración nacional de autopartes. “Por tal motivo, los proyectos de inversión alcanzados por los beneficios de este Proyecto de Ley serán aquellos que incluyan plataformas exclusivas regionalmente (para autos y utilitarios) y niveles mínimos de contenido nacional”, precisa el anteproyecto.
También promueve beneficios fiscales: apunta a facilitar desde lo fiscal a la formación de capital en el sector con instrumentos financieros que promuevan la inversión, “como la amortización acelerada y el tratamiento previsto a los saldos generados por créditos del Impuesto al Valor Agregado (IVA). También busca potenciar las exportaciones”.
Asimismo, se plantea que al garantizar la devolución anticipada del IVA, permitiendo ser utilizado para el pago de otros impuestos nacionales, se podría reducir ese costo y a hacer viables más inversiones. En teoría, el beneficio no implicaría un costo fiscal neto para el gobierno dado que lo que se “devuelve de IVA en un momento implica un mayor pago de IVA en el futuro, aunque sí el estado nacional absorbe el costo financiero que se ahorra la empresa. Permitir la amortización acelerada de los bienes de capital y de las obras de infraestructura también mejora el resultado financiero de la inversión, debido a que les reduce el monto a pagar por el Impuesto a las Ganancias en los primeros años, desde la puesta en marcha del proyecto”.
Otro de los objetivos de la iniciativa es la radicación de proyectos con alta inserción internacional. “Para ello, resulta vital tener previsibilidad respecto de sus costos, siendo los derechos de exportación uno de ellos. Por lo tanto, asegurar por Ley que los derechos de exportación van a ser de 0% hasta el 31 de diciembre de 2031 brinda esa previsibilidad”, indica el texto.
Respecto a la industria de las autopartes, el gobierno asegura que “los beneficios están centrados en reducir el costo financiero de las inversiones (devolución anticipada de IVA y amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias) y en mejorar la competitividad externa para aumentar exportaciones (eliminación de derechos de exportación)”. En este sentido, se busca generar incentivos necesarios para la radicación de inversiones en un sector muy importante para la economía de nuestro país, que van a generar más producción, empleo de calidad y, fundamentalmente, propugnar “a establecer un modelo productivo de alta escala, integración nacional e inserción exportadora, yendo hacia un sendero de superávit comercial”.
