Compumundo se sumó al accionar de Garbarino y comenzó a enviar telegramas de despido

Hace meses que crece la preocupación por la inestabilidad laboral de los trabajadores de Garbarino, que tal como lo anticipó en varias oportunidades Mundo Gremial, cerró comercios y numerosos puestos de trabajo fueron eliminados.

En medio de esa incertidumbre, se suma Compumundo, la cadena especializada en la venta de artículos de electrónica del grupo, que empezó a desvincular a parte de su personal. Tal como trascendió, ya mandó telegrama de despido a al menos 150 trabajadores.

En este sentido, se supo que a mediados de septiembre, la empresa intentó rematar el 51% de su paquete accionario, pero no consiguió interesados que propusieran ofertas. Esperaba recaudar, por lo menos, $ 58 millones, ya que las acciones ordinarias no endosables salían a remate con un valor nominal de $ 1 cada una, con derecho a un voto por acción.

En medio de la crisis, la empresa comenzó a achicar su plantilla a partir de este mes, mientras continúa cerrando locales. Además, aseguran que cuentan con más de 45 sucursales que están prácticamente sin operar.

Cabe destacar que, en los telegramas que envió la empresa, atribuyeron ese acto con las bajas ventas del negocio por las consecuencias de la pandemia: «La sociedad registró una estrepitosa baja de las ventas que empezó a manifestarse a partir de la crisis generada por el coronavirus», expresó en el texto.

Asimismo, aclararon que la flexibilización de las restricciones no alcanza para reactivar la operación: «La reciente reapertura de las actividades económicas que permitirían normalizar el negocio no tiene la suficiente fuerza para revertir el daño causado”.

Por eso, «ante estas circunstancias -completamente externas, imprevisibles, en algún caso insuperables, que exceden el riesgo empresario normal y que de ningún modo podrían serles imputadas a la empresa- no queda otra alternativa que notificar el despido».

La empresa argumenta y fundamenta su accionar en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), que le permite al empleador despedir por fuerza mayor, falta de trabajo y causas económicas no imputables, y abonar el 50% de la indemnización.

Por su parte, el pasado viernes, un grupo de trabajadores autoconvocados marcharon a Casa Rosada en reclamo de la deuda salarial, exigiendo al Gobierno la intervención en el caso, ante la falta de respuestas por parte de la compañía. La empresa les adeuda parte de los sueldos de mayo, junio, julio, agosto y el aguinaldo, y todavía no tienen ninguna certeza de cobro.