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ANÁLISIS Y OPINIÓN

Combo coronavírico: Lavadero de ropa de hospitales no paga salarios e incumple normas de esterilización

Se trata de Apparel Argentina. Un centenar de trabajadores espera que acaten la conciliación. En el pasado estuvo vinculado con otro lavadero que metía droga en penales.

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Un mancha negra y corrosiva sobrevuela a la empresa Apparel Argentina (AA) que se encarga, paradójicamente, de prestar servicio de lanvandería industrial; actividad que se debe hacer bajo estrictos procesos de esterilización; más en épocas de coronavirus. Como siempre los manejos jabonosos estallan en los peores momentos.

Desde el 9 de marzo los alrededor de 100 trabajadores están haciendo campamento en la puerta de la empresa ubicada en el barrio porteño de Chacarita: les adeudan salarios de febrero y el conflicto está, desde el 16 de marzo, bajo conciliación obligataria. Sin embargo, Carlos Martínez Casado, duñeo de AA, no la acata porque no permite el ingreso del personal y se espera que por estas horas 12 trabajadores reciban su telegama de desvinculación laboral. Hicieron su trasvase a Apparel desde Servisan, una firma que había adquirido AA.

Detalla a Mundo Gremial Luis Pandolfi, secretario general del gremio de Tintores y Lavaderos: “Pese a que los trabajadores están en la puerta, estamos ante un lockout patronal porque el trabajo de limpieza lo está haciendo gente en situación de calle que la empresa contrata y sin la preparación adecuada con el agravante de que entran a la empresa con el aval de la Policía que a nosotros nos reprimió”.

Agrega desde la puerta de la empresa Matías Madorno, delegado del gremio: “El 9 de marzo empieza el conflicto porque la empresa paga apenas 3000 pesos correspondientes a la segunda quincena de febrero. A eso le sumamos una falta de cumplimiento de las normas de higiene de seguridad que deben tener los trabajadores por la manipulación, por ejemplo, de camisolines y otro tipo de residuos tóxicos que quedan en las prendas”.

Sigue Pandolfi: “Apparel siempre se caracterizó por cambiar de razón social y no cumplir con las normas; de hecho nosotros creemos que su intención es despedir a todos los trabajadores y contratar a nuevos y precarizados; y sin el conocimiento para este tipo de trabajo”. Atención porque esta empresa tiene como clientes a los hospitales Güemes y Churruca, entre muchos otros. Y repetimos: hay coronavirus.

Hablando de manejos espurios: una investigación de la justicia federal de Mar del Plata, en cabeza del juez Santiago Inchausti y la fiscal Laura Mazzaferri, encarcelaron a fines del año pasado al titular del lavadero industrial Asepsia, Matías Ávila. Este ex penintenciario, que había ganado licitación para lavar la ropa de las cáreceles de Batán y Melchor Romero entre 2008 a 2017, usaba su empresa para meter droga en los penales. Una vez que la investigación concluyó con Ávila detenido y otros 8 procesados, el servicio de lavandería recayó en una empresa manejada por Ana Bursareli, la madre de Ávila. Así lo aseguró el denunciante que figura en el expediente judicial Martín Torres, quien la semana pasada participó del programa “Expendiente” de C5N.

Siempre según figura en la causa y como contó el denunciante, la mujer “eligió” tercerizar el servicio de lavado en Apparel Argentina: nada que objetar a nivel comercial salvo que los camiones que traían la ropa sucia a la empresa eran conducidos por presos, que eran utilizados para lavar la ropa en horarios fuera de actividad y de manera totalmente clandestina. Y sin cumplir las normas de asepsia que debe tener esta labor.

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