El primer conflicto se originó en la mina chilena de cobre la Candelaria, explotada por el gigante canadiense Lundin Mining que debió pedir una mediación gubernamental para evitar la huelga de uno de sus sindicatos luego que fracasara la negociación del nuevo convenio.
A fines de septiembre uno de sus sindicatos que tiene 350 afiliados rechazó la última oferta de la compañía y abrió el camino a la paralización. De esta forma se abrió el camino a la paralización de actividades. A esto debe sumarse que Un segundo sindicato de Candelaria tiene programada una votación sobre la huelga el 4 y 5 de octubre Cabe aclarar que en mayo la empresa cerró un acuerdo adelantado con otros de sus gremios.
En el mes de julio la empresa anunció que ofrecería un plan de retiro a trabajadores mayores, lo que le valió las críticas de todos los sindicatos. La Candelaria se encuentra al norte de Chile, en la región de Atacama y constituye una de las mayores reservas mundiales de cobre de Chile. Se estima que sus reservas ascienden a los 600 millones de toneladas de mineral con una ley de 0,95% de cobre.
El segundo conflicto tiene lugar en el mayor yacimiento de cobre del mundo, en la mina la Escondida. Solo dos días después que fracasara el acuerdo con la Candelaria. El sindicato No. 2 de Supervisores y Staff de Minera Escondida aprobó una huelga en una votación que finalizó el último miércoles. En la votación que cuenta con un padrón de 800 trabajadores, la opción de rechazar la oferta de la empresa alcanzó el 98% de los votos. Una de las principales causas del descontento radica en una serie de cláusulas antisindicales incorporadas en la oferta de nuevo contrato que propone la empresa, a lo que sumaría la eliminación de ciertos beneficios.
En este escenario. La empresa ya solicitó la mediación de la Inspección del Trabajo, por lo que las conversaciones se extenderán por cinco días. La explotación de la mina se encuentra en manos de Lundin Mining Corporation empresa minera con sede en Toronto, con operaciones en Estados
Unidos, Suecia, Portugal, Brasil y Chile. En 2018, la compañía produjo 200.000 toneladas de cobre, 152.000 toneladas de zinc, y 17.000 toneladas de níquel.
