En medio del contexto actual, en el que diferentes sectores bregan la igualdad de género, la desigualdad continúa a favor de los hombres, quienes solicitan salarios un 19,5% más alto que las mujeres.
En comparación con el mes previo, los hombres pretenden salarios un 4,4% más alto y las mujeres un 4,8%. Pese a la mínima diferencia de aumento, los postulantes varones aún reflejan una remuneración pretendida más alta.
Tal como se informó, el salario promedio solicitado por los postulantes es de $92.298, un 4,5% más que el mes anterior y la suba acumulada es la más alta de la serie desde 2018, con un 41,8%.
Este porcentaje se ubica por encima de la inflación (35,6%) y del índice de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE) (32%), según un informe realizado por el portal de empleos Bumeran.
Así pues, el sueldo promedio requerido por hombres es de $103.691 por mes y por mujeres es de $86.762. Además, la brecha se amplía a medida que crece el nivel de seniority a cubrir. En las posiciones junior los hombres requieren un salario un 4,8% por encima de aquel solicitado por las mujeres, pero en los puestos de jefe/supervisor la diferencia alcanza el 37.7%. En este caso, los varones solicitan $194.139 pesos por un empleo de alto seniority, mientras que las mujeres $141.000.
Durante el 2018 y el 2019, tanto el sueldo solicitado, como el RIPTE evolucionaron por debajo de la inflación lo que desencadenó en una pérdida de poder de compra. Pero, desde el mes de junio de 2021, se observa una recuperación por encima de la inflación.
A nivel trimestral, el aumento requerido según el index Bumeran creció un 15% y le ganó a la inflación (8%). Quienes aspiran a puestos junior pretenden un salario de $63.447, una cifra que registra una suba del 4,0% en relación al mes pasado y de un 50,6% en los últimos 12 meses.
Por su parte, los postulantes para roles semi senior o senior tienen una pretensión salarial de $92.315, lo que demuestra un incremento mensual mayor al 5,2% y más de un 55,3% a nivel interanual. Los jefes o supervisores aspiran a salarios que ascienden a los $144.143.