ANÁLISIS Y OPINIÓN
“Buscamos darle un nuevo impulso al mutualismo sindical”
Raúl Reyes, dirigente del PJ y vinculado al sindicalismo, será el enlace entre el INAES y los gremios para promover esta herramienta de economía social muy saludable para los afiliados. “La pandemia ha fortalecido el sentido comunitario”, dice a Mundo Gremial.
Una faceta un poco postergada en los gremios, aunque explotada por muchos de ellos, es el mutualismo sindical. A través de las mutuales se ofrece bienes y servicios a los afiliados a un costo bastante menor a que si lo consiguieran como simples consumidores caminando la calle. El organismo que regula a las cooperativas y las mutuales es el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) donde ha asumido la presidencia el Ing. Mario Cafiero con el objetivo de llevar a cabo una innovadora política concebida alrededor de las “Mesas del Asociativismo y la Economía Social”. Estas Mesas, a constituirse en los municipios de todo el país, se proponen fomentar el asociativismo convocando a cooperativas, mutuales, sindicatos y clubes principalmente, sin excluir a PyMES, ONG´s y toda otra institución vinculada a la economía social.
En el equipo que colabora con Cafiero participa Raúl Reyes, quien se prestó a una charla con Mundo Gremial. Reyes es un hombre vinculado con las organizaciones sindicales a partir de su tarea como asesor del ex senador petrolero Guillermo Pereyra, quien actualmente es el secretario de Asuntos Legislativos de la CGT.
Imposible en el saludo inicial no conversar sobre el aislamiento y atarlo a la tarea que está emprendiendo: “Se parte de certezas anteriores a la pandemia, que parecen haberse fortalecido desde que se ha declarado esta repentina oscuridad sobre el planeta: el fortalecimiento del sentido comunitario, la búsqueda de coordinar todos los recursos materiales y capacidades humanas que hoy están dispersas, promoviendo la producción y el comercio de proximidad”.
¿Qué idea de proyecto tiene a cumplir en este enlace que hará entre el INAES y los sindicatos?
En principio trataré de lograr que mis compañeros me acepten en esta tarea, a la que he sido convocado por un gran dirigente y mejor persona, como es Mario Cafiero. He iniciado una ronda de conversaciones con los Secretarios Generales para presentarles las ideas gestadas en el INAES y recopilar sus opiniones y experiencias al respecto; en la idea de ir forjando encuentros de estudio y elaboración de consensos. Buscamos darle un nuevo impulso al mutualismo sindical. En ese sentido, la participación sindical en las Mesas es una apuesta fuerte al entendimiento y solidaridad mutua con el Movimiento Obrero, superando viejas distancias en este escenario impensado y urgido de gestos y actos concretos de unidad por parte de todos los sectores sociales.
De 10 años a la fecha cuando uno habla de cooperativas lo asocia directamente a los movimientos sociales y sus cooperativas de trabajo: ¿es un terreno que los sindicatos perdieron? Más aún: el sindicalismo está atado al peronismo y el cooperativismo al comunismo. ¿No es tratar de unir el agua y el aceite?
Si pregunta por las contradicciones históricas con las cooperativas de trabajo, cuando éstas se convierten el instrumento con el cual los patrones evitan la sindicalización de los trabajadores, le diría que no se ha perdido ese terreno pues nunca se aceptó esa práctica desleal. Y está pendiente de revisión política y jurídica, para erradicarla toda vez que no se constituya con verdadero espíritu asociativista. Respecto de las connotaciones ideológicas, pienso que es un momento propicio para el avance de los acuerdos por encima de tales diferencias, apurados como estamos por soluciones prácticas para abrir definitivamente la participación popular como garantía de sus intereses concretos.
Usted cuenta con una ventaja adicional para ejercer la responsabilidad que le ofrecieron: conocer a los muchachos que no es una tarea sencilla. ¿Cómo fue, resumidamente, su vínculo con el sindicalismo?
He militado en el peronismo marplatense desde que salí de la escuela secundaria. Eso incluye inevitablemente la proximidad con la dirigencia obrera que, en su gran mayoría, fue formada por el propio General Perón y ha permanecido en tales lineamientos. Pasé a las filas de Petroleros gracias a la amistad con “Chiquitín” Maldonado, quien me vinculó con Guillermo Pereyra. En la sabiduría y capacidad estratégica de este compañero y amigo, ambas palabras con mayúsculas, pude reconocer la impronta que dejó el fundador del Movimiento en la dirigencia gremial y aprender de ellos sobre la conducción orgánica.