Brasil: Petroleros se suma a la protesta de camioneros y declaran una huelga

El sindicato de trabajadores petroleros de Brasil declaró una huelga de 72 horas a partir del miércoles pidiendo la renuncia del presidente de Petrobras, Pedro Parente.

Además piden el retiro de las Fuerzas Armadas de las refinerías de la compañía estatal de petróleo. La Federación Única de Petroleros (FUP) pidió el cese de los aumentos en los combustibles y en la garrafa de gas.

«La actual política de reajuste de los derivados del petróleo, que hizo que se dispararan los precios, generó una crisis sin precedentes y forma parte del mayor desmonte de la historia hecha hacia Petrobras. Los culpables son Parente y Temer», dice el comunicado firmado por el sindicato y de esta forma quedan emparentados directamente con el conflicto de camineros particulares y empresas del transporte.

Desde el lunes pasado el gobierno de Temer enfrenta un conflicto con los camioneros de todo el país  y debió dar intervención al ejército para garantizar el abastecimiento de productos y la libre circulación de las rutas ante los piquetes de los camioneros.

El origen del conflicto fue el aumento sostenido del precio del gasoil que aumenta desde junio de 2017 a raíz de la decisión oficial de acompañar desde la petrolera estatal Petrobras las variaciones internacionales de precios y en el último año aumentó un 50% el valor del combustible.  

Esta política llevó a un paro de camioneros que desde el lunes pasado y en muy pocos días desabasteció gasolineras, supermercados, hospitales, aeropuertos y la actividad de los puertos frenando importaciones y exportaciones parando literalmente el país. Cabe aclarar que el 58% de las mercaderías y el 90% de combustible transitanpor rutas.

El pasado viernes se registraban más de 550 piquetesy  Michael Temer firmó un decreto el sábado autorizando al gobierno central a confiscar camiones y retirarlos del costado de las rutas, aplicar  multas millonarias a los empresarios del transporte quienes son acusados de utilizar una huelga de trabajadores como un lock-out patronal. La intervención del ejército sumó más tensión al conflicto y este estado de situación ya se hizo sentir en la región con diferentes efectos en Brasil, Uruguay y Argentina.