ANÁLISIS Y OPINIÓN

Alimentación: una oposición dividida, pero con las mismas críticas

Elecciones Sindicales | La lista Bordó junto a la Celeste y Blanca encabezaron un frente que en 2012 alcanzó el 40% de los electorales: por cuestiones políticas hoy van separadas; lo que da aire al oficialismo.

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En 2012 arañaron la posibilidad de conducir la seccional CABA y PBA de Alimentación: llegaron a cosechar el 40% de las voluntades electorales lo que les propinó colectar una cantidad no despreciable de Congresales. De ahí para acá esa alianza se fue deshilachando hasta quedar hoy en un recuerdo. Esa oposición, encarnada en las listas «Bordó» y «Celeste y Blanca», se disolvió y ahora vuelven a estar en veredas opuestas. Es decir sumada a la oficialista serán tres listas las que competirán el 29 de septiembre en las elecciones de esa poderosa seccional que viene conduciendo Rodolfo Daer desde 1985.

«En ese espacio tenés a Penayo que es de la Corriente Clasista Combativa, que es Juan Carlos Alderete, hoy diputado por el Frente de Todos; y la cosa viene por ahí: son parte del peronismo y debe ser por eso la negativa de ellos a rearmar un frente», arrincona el líder de la Bordó, Javier Hermosilla.

La respuesta de Jorge Peñayo, titular de la Celeste y Blanca, va por el lado de «que ellos no quieren bajar la lista Bordó porque actualmente no manejan comisiones internas. En 2009 Hermosilla se quedó con la comisión interna armó un frente con trabajadores independientes del turno noche pero rompió con ellos también y armó una lista con su partido que es el PTS. Fue ahí que, quienes no nos identificamos con esa afiliación nos abrimos y nos tildan de ´rejuntados sin principios´». Reconoce que «somos parte del Frente de Todos y creemos que la discusión se va a dar en ese espacio político, por lo que no tenemos acuerdo por ahí».

Más allá de la reyerta interna, que solo dispersa votos hablando de coyuntura electoral, pareciera que las críticas de ambos sectores van por el mismo andarivel. A saber:

«Abandono de la obra social». Aportan datos: «En el último período han renunciado 30 profesionales de la salud y en plena pandemia. A eso se le suma que en PBA no hay clínicas y todos somos derivados a la Capital».

«Falta de acción gremial». Explican: «Los afiliados pagan una cuota sindical que es del 4,5%, lo que es una barbaridad máxime cuando vemos lo poco que se hace desde el gremio. En tanto, el aporte solidario es compulsivo y del 2%». Proponen bajarlo al clásico 3%, mientras que el «Solidario que sea por voluntad del trabajador aportarlo». Palabras más, palabras menos argumentan: «Con esta recaudación no hay campaña de afiliación ni trabajo gremial porque tenés la vaca atada; es así que los afiliados son cada vez menos porque la gente ve que este sindicalismo no sirve para nada».

«Recreos y Turismo». Con distintas críticas, dicen por el lado de la Celeste y Blanca que en el predio de José C. Paz «te cobran hasta el estacionamiento y antes de pandemia te cobraban por día 700 pesos por invitado, lo que es una locura». Desde la Bordó sacan al sol viejos trapos de una denuncia penal contra Daer que data de principios de este milenio: «Fue procesado por la venta de un recreo en Parque Leloir que vendió a 5 millones de dólares y solo ingresaron al gremio 2 millones».

De tendencia de izquierda, de llegar a ser conducción Hermosilla promulgará un cambio del Estatuto Social. «No queremos que el Consejo Directivo del gremio tome decisiones ya que eso debería pasar por las asambleas de trabajadores. No queremos la burocracia peronista sindical que todo lo resuelven de manera vertical entre pocos». A su vez, quieren que «el secretario general cobre la máxima categoría de un obrero calificado y no los 500.000 pesos que hoy cobra Daer», remarca Hermosillo.

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