Alimentación cerró un aumento del 54,9% para enero y febrero y desactivó conflictos en fábricas

La Federación de Trabajadores de la Alimentación (FTIA) acordó el pasado martes un nuevo incremento salarial para los operarios del sector y puso fin a un conflicto que había llevado al gremio a adoptar medidas de fuerza en fábricas alimenticias.

La organización que conduce Héctor Morcillo abrochó una suba salarial de 54,9% solo para los meses de enero y febrero, en el marco de una extensa negociación con la cámara empresaria FIPAA.

Lo pacto también el pago de $ 40.000 en concepto de suma extraordinaria por única vez. Se informó también que la suba en enero de 34% será acumulativo sobre diciembre 2023. Además habrá en febrero un incremento acumulativo de 20,9 % sobre enero de 2024. Sobre diciembre, la suba acumulada es del 62%. Los aumentos son no remunerativos.

Héctor Morcillo, secretario general del gremio, dijo a Clarín que ya el mes que viene volverán a sentarse a negociar con la cámara empresaria el aumento de marzo. «La idea es no perder contra la inflación, ir acompañando la suba de precios», apuntó el cordobés Morcillo.

En la industria de la alimentación se desempeñan alrededor de 80.000 trabajadores, distribuidos sobre todo en plantas en las que se elaboran alimentos procesados, como conservas, dulces, galletitas, polenta, chocolates, golosinas y encurtidos.

El gremio había activada días atrás un plan de lucha con paros por turnos, que quedó desactivado en las últimas horas por el acuerdo salarial anunciado.