ANÁLISIS Y OPINIÓN

Aeronáuticos y la nueva CGT

Entramado de un cierre complejo. Las diferencias del mundo con alas. Nuevo mapa de poder gremial para el sector.

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La unificación de la CGT y las típicas roscas a la hora de tener que conformar la nueva comisión directiva,  provenientes de los  sectores de Calo, Moyano y Barrionuevo tuvo su punto máximo en el congreso del pasado lunes.

El mecánico  aeronáutico, Ricardo Cirielli, mostró su furia cuando concurrió a firmar su lugar en la vocalía de la CGT,  gracias a las gestiones de su jefe Luis Barrionuevo, se lo observó en un ataque de celos al ex funcionario kirchnerista.

Es que Cirielli comprobó al observar la nómina de sus pares que el Aeronavegante Juan Pablo Brey se alzaba con la Secretaria de Juventud de la nueva central sindical, un lugar estratégico desde donde se viene construyendo la renovación dirigencial.

«No firmo Luis, me bajo o tengo una secretaría como Brey o me voy de la CGT», balbuceaba nervioso ante un atónito Luis Barrionuevo que no daba crédito a una acción de celos digna de un celebrón mexicano. «Firma que estas adentro y es lo importante», le insistía,  pero Cirielli enceguecido mantuvo su postura y se retiró del cónclave raudamente.

No fue el único perdedor, el otro fue el piloto K, Pablo Biro, quien también perdió su lugar asegurado al romper la corriente Federal del bancario Palazzo con el triunvirato. Así Brey, un joven dirigente que comienza su segundo mandato y es el vocero de los poderosos gremios del transporte de la CATT (que cosecharon 9 lugares en la calle Azopardo) quedó como el único referente de los 7 gremios del sector.  Todo indica que en un escenario delicado para la Aerolíneas Argentinas el rol del tripulante de cabina se tornará estratégico en el corto plazo.

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