La comisión directiva desplazada del SOEME (Sindicato de Obreros y Empleados de la Educación y la Minoridad) se resiste a aceptar el fallo judicial que determinó otra intervención en el gremio e inició una permanencia en la sede central para impedir la asunción de las nuevas autoridades, pautada para este viernes a la mañana.
Después de varios días sin actividad, Adrián De Marco, secretario general saliente, reabrió el edificio gremial y convocó a empleados y allegados a su círculo de acción para manifestarse contra la decisión de la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo.
Las manifestantes rechazan el fallo judicial que decretó la suspensión provisoria de las autoridades electas en los comicios de agosto pasado dispuestos por el Juez Federal Ernesto Kreplak y una nueva intervención a cargo del Dr. Julio César Simón.
«Acá hay que ponerse la camiseta, y el que no, que se vaya», expresó embroncado uno de los dirigentes del SOEME que encabezó la protesta esta tarde frente a la sede central del sindicato en Salta al 500 de la Ciudad de Buenos Aires.
En el lugar se percibió un clima de enojo con la conducción de la CGT y funcionarios del ministerio de Trabajo. Hubo insultos para los dirigentes cegetistas a quienes tildaron de «cagones» y «mentirosos», en el marco de una manifestación desprovista del típico calor sindical.
«¿Dónde está la CGT que tanto habla», disparó uno de los sindicalistas frente al SOEME, en lo que entienden un abandono por parte de la central sindical a De Marco y compañía.
La concentración de hoy y el pedido de «hacer quilombo» por parte de la conducción presagian un viernes caliente en el gremio de los auxiliares de la educación, que agitados por el nerviosismo de sus superiores, prometen resistencia a la intervención.